El Banco concedió hace cuatro años un préstamo hipotecario de 571 millones al propietario del grupo, José Albaladejo, para hacer rente a la crisis que ya afectaba a la empresa.

Dos años después, en 1993, Yanko presentó una suspensión de pagos cuyo levantamiento, previsto para este mes, se ha visto dificultado por la decisión del BEX de reclamar la deuda. Aunque Yanko pagó parte del préstamo, la deuda ha crecido por los intereses acumulados desde entonces.

Como consecuencia, un juez de Palma ya ha ordenado el embargo de diversos bienes del grupo por valor superior a los 500 millones de pesetas, y podrían ser subastados el póximo mes. Entre esos bienes se encuentran las tiendas de Yanko en Madrid, Barcelona y Alicante.

A pesar del revés sufrido, Yanko sigue negociando con los más de 200 acreedores el pago de la deuda, que supera los 2.000 millones de pesetas. El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y la Agencia Tributaria son los principales acreedores con algo más de 1.000 millones de pesetas.

Precisamente, la Delegación Provincial de Trabajo advirtió hace unas semanas que podría instar la quiebra de Yanko si n solventaba la deuda acumulada con la Tesorería General de la Seguridad Social.