Según ha informado el BEI, la nueva línea subterránea, de 43 kilómetros de longitud y 47 estaciones, establecerá conexiones con las redes de metro, autobús y trenes de cercanías, así como con el aeropuerto internacional y líneas de trenes de alta velocidad entre España y Francia.

Se trata del segundo préstamo que el BEI concede a este proyecto, iniciado en 2003, que ha sido elaborado por la Comunidad Autónoma de Cataluña y realizado por la sociedad GISA (Gestió d'Infraestructures SA).

Se prevé que unos 2,6 millones de habitantes del centro y periferia se beneficiarán de una mejora de la seguridad y movilidad, así como de una reducción de atascos y contaminación.

La línea formará un semicírculo alrededor de la periferia uniendo seis minicipios. El extremo norte quedará dividido en dos ramas hacia Santa Coloma de Gramenet y Badalona. Y el extremo sur cruzará L'Hospitalet de Llobregat y se escindirá en otras dos ramales hacia la zona industrial "Zona Franca" y El Prat de Llobregat, y el aeropuerto internacional.

Un tercio del recorrido cruza las zonas económica y socialmente más desfavorecidas y susceptibles de beneficiarse de las ayudas de la Unión Europea.

La línea entrará en servicio progresivamente en 2007-2008, y será completamente operativa en 2011.