Ese aumento del crédito es un punto superior al establecido como objetivo oficial para 1991, que hasta el mes de noviembre de dicho había sido ampliamente rebasado, al situarse en un 13,2 por cien.

Asimismo, el objetivo de crecimiento para 1992 del M3, que incluye el dinero en efectivo (billetes y monedas), los depósitos bancarios a la vista y a plzo, y las cesiones temporales de activos privados y públicos, oscila en una banda del 7 al 11 por ciento.

La importancia de esta magnitud monetaria estriba en que será la que sirva de referencia en los ejercicios de coordinación de políticas monetarias que realizarán en 1992 los países de la Comunidad Europea.

Para el Banco de España, estos objetivos son coherentes con una estimación de crecimiento del PIB nominal del 9 por ciento, la prevista en el escenario macroeconómico de los Presupuestos de Estado para 1992.

En cuanto a los ALP, la principal novedad de este año es que incluirá los pasivos líquidos emitidos tanto por las entidades de crédito oficial como por la sociedades de crédito hipotecario y la sociedades de arrendamiento financiero.

El objetivo de crecimiento de los ALP para 1992 es algo menos restrictivo que el de 1991, que era del 8,5 por ciento, con una banda de oscilación de 1 punto por arriba y otro por abajo. No obstante, también este objetivo había sido rebasado a la alura de noviembre de 1991, al situarse su crecimiento en un 12,3 por cien.