EL BANCO DE ESPAÑA AFIRMA QUE LA CRISIS NO HA TOCADO FONDO
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El Banco de España considera que la crisis no ha tocado aún fondo y que la economía española necesita "atajar drásticamente los desequilibrios, con el fin de despejar la incertidumbre que se ha generado sobre su potencial de crecimiento tantodentro como fuera del país".
En su último informe sobre la situación económica, difundido hoy, el Banco de España afirma que los últimos indicadores disponibles, referidos al cuarto trimestre de 1992, "apuntan que el proceso de desaceleración económica no ha concluido".
Según los expertos de la autoridad monetaria, el PIB aumentó sólo un 0,5 por ciento en el último trimestre del 92, con lo que el crecimiento acumulado a lo largo del ejercicio se situó en el 1 por cien, 1,3 puntos menos que en 199 .
Este crecimiento supondrá un retroceso en la convergencia real con la CE, ya que el conjunto de los "doce" tuvo un incremento del 1,1 por cien en su PIB, según las últimas estimaciones de la OCDE y el Fondo Monetario Internacional.
Para el Banco de España, los salarios han vuelto a jugar un papel negativo en la marcha de la economía, ya que con aumentos superiores al 9 por ciento han provocado la reducción de los márgenes empresariales, principalmente en las compañías sujetas a la competencia iternacional.
En cuanto a la inflación, el informe señala que sus resultados han sido "relativamente favorables", pero mantiene todavía unos niveles excesivos en los sectores protegidos y especialmente en los servicios, con un incremento de más del 8,6 por cien anual.
En conjunto, la autoridad monetaria opina que la ralentización del ritmo de crecimiento español para acompasarlo al de los países del Sistema Monetario Europeo "no ha traido consigo la convergencia necesaria en precios y costes".
La devaluación de la peseta podría mejorar la situación, al alentar la inversión, pero para ello es imprescindible que se atenúe su impacto inflacionista "a través de un control decidido de los costes salariales" y de la aplicación de medidas que reduzcan las "rigideces de algunos sectores".
A este respecto, el Banco de España advierte nuevamente que, si las empresas no consiguen moderar el crecimiento de los salarios y no pueden trasladar a precios los incrementos de los costes laborales, por la mayr competencia internacional, sólo podrán aumentar la productividad "a través de cuantiosas pérdidas de empleo".
DEFICIT PUBLICO
El Banco de España alerta también ante la evolución del déficit conjunto de las Administraciones Públicas, que cifra en un 4,5 por ciento del PIB para 1992, "un resultado preocupante, aunque se haya alejado de las previsiones más pesimistas que se mantuvieron a lo largo del año".
A ese resultado no es ajeno el Estado, cuyo déficit de caja alcanzó 1.867.000 millones de esetas, un 3,2 por ciento del PIB, a pesar de que la previsión inicial formulada por el Gobierno lo situaba en 1.125.000 millones, añade la autoridad monetaria.
Los capítulos de gastos que más crecieron fueron los intereses de la deuda pública (25,7 por ciento, cuatro puntos más de lo previsto), mientras que las compras de bienes y servicios cayeron un 1,7 por ciento y las inversiones un 14,5 por cien.
Los gastos de personal del Estado crecieron un 3,9 por ciento, pero el Banco de España aclara qe esta relativa moderación es engañosa, porque obedece a que durante 1992 no se computaron los empleados de Correos y de la Agencia Tributaria, en cuyo caso el aumento habría sido del 12 por cien.
INCERTIDUMBRE
Respecto al futuro inmediato, el Banco de España señala que "las perspectivas actuales de la política económica española se enmarcan en un contexto de mayor incertidumbre en el proceso de convergencia europeo, tras el optimismo desatado por los acuerdos de Maastricht".
En su opinión, el ME "debe atravesar todavía una fase de afianzamiento, durante la cual puede preverse que los ajustes cambiarios serán más frecuentes que en el pasado y en la que no cabe descartar la aparición, más o menos recurrente, de fases de tensión".
En ese contexto, el informe del Banco de España deja claro que no habrá "alegrías" en la política monetaria interna para reactivar artificialmente la economía.
"La persistencia de una inflación superior a la de los restantes países europeos y de un importante dficit exterior exige que la política monetaria mantenga un carácter firme, que desaliente la traslación a precios de la depreciación experimentada por la peseta, contribuya a estabilizar el tipo de cambio y sustente un flujo de capitales suficiente para financiar el déficit por cuenta corriente", señala el informe.
(SERVIMEDIA)
08 Feb 1993
M