LA BANCA ESPAÑOLA DEBERA INVERTIR 100.000 MILLONES EN INFORMATICA POR EL CAMBIO DE SIGLO Y LA ADAPTACION AL EURO, SEGUN ARGENTARIA

SANTANDER
SERVIMEDIA

La banca española deberá acometer reformas en sus sistemas informáticos para adaptarlos al cambio de siglo y la nueva operativa del euro, lo que supondrá una inversión ercana a los 100.000 millones de pesetas, según dijo hoy en Santander el consejero delegado de Argentaria, Francisco Gómez Roldán.

Durante su intervención en un curso de la Universidad Menéndez Pelayo sobre "El sector financiero español ante el reto de la Unión Monetaria Europea", Gómez Roldán dijo que la Unión Económica y Monetaria no sólo supondrá un aumento de costes para las entidades financieras españolas, sino que también representará una reducción de los ingresos, sobre todo en las áreas de bana mayorista y negocios de tesorería y extranjero.

"Algunas estimaciones", añadió el ejecutivo de Argentaria, "sitúan entre un 15 y un 18% de los niveles actuales de generación de recursos en estas áreas los resultados que las entidades podrían perder de forma directa consecuencia de la Unión Económica".

En consecuencia, dijo, la banca sufrirá un deterioro de sus niveles de eficiencia a corto plazo, aunque admitió que la propia convergencia europea asegura un crecimiento económico sostenido y estale y "un marco propicio para el desarrollo sano y sin problemas de calidad de activos del negocio bancario".

Ante este reto, Gómez Roldán abogó por las alianzas dentro y fuera del mercado, ya que la Unión Monetaria "será un factor acelerador e intensificador" de los cambios en el sector financiero, y advirtió que la estrategia de las entidades pasa por reforzar su posición en los mercados nacionales e internacionales.

COMPETITIVIDAD

A su juicio, la banca española debe replantearse su dimensión entro y fuera del mercado español para poder competir en el nuevo entorno financiero que se avecina.

Opinó que "las alternativas estratégicas pasan por reforzar la posición en los mercados nacionales, así como, en caso de tener una dimensión suficiente, decidir qué grado de presencia internacional se desea y cuales podrían ser las vías para conseguirla".

En este contexto, añadió el consejero delegado del grupo bancario estatal, "las alianzas internacionales encaminadas a defender la posición domética pueden resultar críticas".

Respecto a la competencia que surgirá con el proceso de integración monetaria, dijo que la banca española deberá enfrentarse a nuevos competidores en dos ámbitos: el de empresas con fuerte capacidad de distribución minorista que decidan entrar en la venta de productos y servicios financieros, o la llegada de fuertes especialistas en segmentos de negocio concreto como el crédito al consumo, las tarjetas de crédito o los fondos de inversión.

Todo ello, vaticinó GómezRoldán, hará que se asista en los próximos años a "procesos de ajuste de los costes de estructura de la banca española, tanto de personal como de redes, que irán acompañados de un uso cada vez más intensivo en los canales de distribución".

(SERVIMEDIA)
26 Jun 1997
G