El consejero balear de Medio ambiente, Miquel Àngel Grimalt, hizo hoy una lectura positiva de los resultados, pero eludió caer en triunfalismos porque, recordó, "en cualquier momento se puede producir un fuego que estropee las buenas estadísticas conseguidas hasta ahora".

Desde el 1 de enero hasta el 15 de octubre de este año, en Baleares se han quemado 44,64 hectáreas de superficie forestal. La media de los diez años anteriores (1998-2007) fue de 244,57 hectáreas y la de la década precedente (1988-1997), de 860,91 hectáreas. En resumen, la superficie forestal quemada este año representa un 18 por ciento de la media de los 10 años anteriores, según los datos que destacó el conseller, y de los que informa el Gobierno regional.

De los 119 incendios forestales de este año, 115 no alcanzaron la categoría de incendio y se quedaron en la de conato, es decir, inferior a una hectárea quemada. Del total de 44,64 hectáreas quemadas este año, 38,82 corresponden a superficie no arbolada y 5,82 a superficie arbolada.

Con respecto a las causas de los incendios, las más frecuentes son las negligencias (un 55%) y la intencionalidad (un 22%). Estos datos mantienen la pauta de los últimos años.