El gasto medio por habitante durante 1999 en CDs y casetes fue de 1.590 pesetas, en contraste con las 1.640 de 1998. Esta bajada supone prácticamente volver al desembolso de 1997, en el que los españoles destinaron 1.568 pesetas para estos artículos. Para la adquisición de cintas de video, el gasto fue de 1.583 pesetas, frente a las 1.664 del año precedente.

En el caso de los compactos y cintas, la SGAE explicó que la incidencia de la piratería provoca que lo consumidores adquieran en las tiendas más productos de las llamadas "series medias" y menos novedades. Estas últimas rondan las 2.500 o 2.800 pesetas por ejemplar, mientras que se pueden conseguir copias piratas por 1.000 pesetas en el mercado ilegal en puestos callejeros.

Los datos sobre compra de música grabada y cintas de video son los únicos negativos del balance que hace la Sociedad de Autores de 1999 en cuanto a gasto en cultura en España.

A ir al cine, los españoles dedicaron una media de2.006 pesetas. En 1998 la cantidad fue de 1.639 pesetas y en 1997 de 1.447.

En entradas para artes escénicas -teatro, danza, ópera y zarzuela- el gasto fue de 436 pesetas por ciudadano, por encima de las 384 pesetas en 1998. El desembolso también subió en la asistencia a conciertos música clásica y moderna (126 y 309 pesetas, respectivamente, frente a las 102 y 299 del año 1998).

En el caso de estos espectáculos de artes escénicas y musicales, la SGAE recuerda que ha hecho el cálculo entre aquélls en los que se paga entrada, y cada vez son más habituales los de carácter gratuito promovidos por las administraciones públicas.

El estudio también subraya que las cifras presentadas aparentan un gasto medio muy bajo, pero porque se refieren al desembolso en cultura de todos los españoles.

Los consumidores habituales de ocio y cultura gastan al año una cantidad mucho más elevada, en tanto que un porcentaje significativo de la población no invierte una sola peseta en este tipo de productos y espctáculos.

En concreto, el 44,2% "no suele comprar" discos, el 76,7% no asiste nunca a un concierto de pop-rock, el 90,5% no pisa los auditorios de música clásica, el 75,4% no va al teatro, el 49,3 no acude a ninguna proyección de cine y el 78,1 jamás compra cintas de video.

PRECIOS EN ASCENSO

En cuanto al precio de la cultura en España, el índice inflacionista es en este sector bastante más elevado de lo que podría dar a entender el IPC.

Las entradas de teatro se han encarecido un 24,7% enlos dos últimos años, al pasar de 1.702 pesetas de media en 1997 a las 2.122 de 1999.

Más acusada aún es la subida de las entradas a conciertos de música moderna, que se han disparado un 38,2% (1.333 pesetas en 1997 frente a las 1.843 del último ejercicio). El incremento es del 8 por ciento en las cintas de video, el 9,1 en las entradas para música clásica y el 12,1 por ciento en el cine.

El aumento es discreto en el caso de los soportes fonográficos, (CD y casete), con apenas un 1,4, lo cual es tribuible nuevamente a la irrupción del fenómeno de la piratería de compactos.