Estas dos propuestas están contnidas en el programa de gobierno del PP que hoy explicó Aznar en El Escorial, durante una conferencia titulada "Una alternativa económica para España".

El programa electoral del PP defiende también la reducción de medio punto anual en el gasto público, la congelación de los impuestos y la creación de un estatuto del contribuyente.

Aznar realizó una lectura muy pesimista de la actual situación económica del país, que calificó de "muy grave", y de la estrategia puesta en marcha por el Gobierno paraafrontar esta situación.

El presidente del PP dijo que el Ejecutivo ha perdido el control sobre el gasto público, "principal cáncer de nuestra economía", y asiste impotente a los "agujeros" que cada día se abren en diferentes áreas económicas, como el Inem y el sistema sanitario.

Insistió en que a la vista del actual escenario macroeconómico, el anticipo de las próximas elecciones generales cobra cada vez más verosimilitud, como viene manteniendo reiteradamente el PP.

"No es posible seguir cn más engaños y con debates en los que siempre hablamos de objetivos y nunca de resultados", afirmó el dirigente conservador.

Recordó que Felipe González disolvió las Cámaras en 1989 para "afrontar con tranquilidad" los desafíos de 1993. "Desde entonces", afirmó, "la competitividad de nuestra economía se ha reducido y la confianza del exterior en España se ha perdido".

Frente a este sombrío panorama que dibuja el PP, Aznar desgranó las líneas generales del programa electoral que presentará su parido. La alternativa popular habla de la necesidad de recuperar la credibilidad de los agentes sociales y económicos, "que ahora ya no creen ninguna previsión que hace el Gobierno".

En cuanto al gasto público, Aznar afirmó que no puede mantenerse más tiempo la situación actual, en la que de cada cien pesetas que producen los españoles, casi 50 las gasta el Estado. Esta cifra, según el PP, debe reducirse medio punto cada año.

En el capítulo de la Administración, el PP considera insostenible la actul "duplicación o triplicación" de servicios en que incurren las diferentes administraciones públicas. Aznar abogó por reducir 25.000 puestos anuales de funcionarios en los próximos años y por la supresión de unos cien organismos estatales.

Se mostró totalmente partidario de proceder a un amplio proceso de privatización de empresas públicas, "sin excluir ningún sector". Sobre este punto, recordó que el Estado español es la primera empresa del país en comunicación, transporte aéreo y marítimo y minería,entre otros sectores económicos.

José María Aznar dijo que los impuestos deben congelarse por el momento, y posponer un posible aumento en tanto no se haya atajado primero el déficit del gasto público.

El Partido Popular propondrá en breve en el Parlamento la creación de un "estatuto del contribuyente", para que estén regulados con nitidez los derechos y obligaciones tributarias de los ciudadanos. "Será un instrumento esencial para recuperar la confianza de los contribuyentes españoles", precisó znar.

RECORTE DE LA COMISION

En el capítulo de política exterior, el dirigente del PP propuso una "reinterpretación" de los acuerdos de Maastricht, a fin de aparcar el "papanatismo" que, a su juicio, invade a algunos círculos de opinión, que les lleva a decir que "todo lo que viene de Bruselas hay que aceptarlo, aunque sea una tontería".

A este respecto, propuso una terminante descentralización de la burocracia de Bruselas y un recorte de los poderes de la Comisión Europea en beneficio de los etados miembros.

En posterior rueda de prensa, Aznar se refirió a la crisis del Grupo Torras y emplazó al Gobierno a que dé explicaciones precisas sobre esta cuestión, dado que el "holding" de KIO en España ha recibido muchas subvenciones públicas.

El presidente del PP aseguró sentirse "perplejo" ante las afirmaciones que han hecho los responsables de Torras, en el sentido de que en los últimos años han obtenido beneficios próximos a los 100.000 millones de pesetas. "Cómo pueden haberse ganado 100000 millones y al mismo tiempo haber perdido miles de millones", dijo.

Durante su conferencia, Aznar recordó la figura del ex ministro de Asuntos Exteriores Francisco Fernández Ordóñez y la relación que mantuvo con él.

Explicó que el primer contacto personal con Fernández Ordóñez lo tuvo cuando éste era ministro de Hacienda, y fue él el encargado de entregarle a Aznar su título de inspector técnico de Hacienda.

Aznar afirmó que el ex ministro y él compartían una preocupación similar por la ncesaria vertebración política y económica del país.