Según fuentes próximas al jefe del Ejecutivo, Aznar no quiere mezclar los problemas existentes entre jueces de la Audiencia Nacional con lo que considera problemas "objetivos" de la justicia, esto es, la tradicional masificación en los juzgados, carencias de informatización y otros.

Dentro de esa reflexión, matizan las mismas fuentes, sí cabe que ambos mandatarios aborden en general la situación de la Auiencia Nacional, pero sin "nombres y apellidos", en referencia al enjuiciamiento en el Tribunal Supremo de los magistrados Baltasar Garzón y Javier Gómez de Liaño por el "caso Sogecable".

Desde el Gobierno se responde a la acusación de Almunia de que el PP ha politizado la justicia, personándose como acusación particular, recordando que es el PSOE el que ha anunciado su intención de llevar a Manuel Fraga a los tribunales por supuesto mal uso de dinero público.

Además de la justicia, Aznar está dipuesto a hablar con Almunia del proceso autonómico, como ha pedido el secretario general de los socialistas, sin "ninguna intención" de ir más allá de los llamados techos estatutarios, como piden los partidos nacionalistas.

En política exterior, el Gobierno recuerda que está siguiendo la misma estrategia del último Ejecutivo socialista y que por tanto no debe haber divergencias en ese terreno.

Respecto al terrorismo, Aznar cree contar con el "consenso básico" de los socialistas, más allá de la poémica de los últimos días por el acto de Las Ventas en homenaje a Miguel Angel Blanco. El Ejecutivo cree que no tiene ni una "mancha" en ese terreno, a pesar del abucheo al cantante Raimon y al actor José Sacristán.