El líder del principal partido de la oposición dijo a Onda Cero que no entiende "qué es eso de los carismas. La verdad es que no lo sé. Como soy un demócrata, creo que en la democracia los carismas los dan los votos y son los votos los que importan".

En cuanto a los casos de corrupción que salpican la vida política, Aznar consideró que "España no es Italia en este momento, porque el Partido Popular es una garantía para la democracia española".

"Tenemos una alternativa absolutamente consoldada, los españoles confían mayoritariamente en ella y creo que nos van a dar el Gobierno. Eso no sucedía en Italia y, por tanto, la crisis italiana es una crisis mucho más grave que la española", agregó.

Sobre la actitud de comedimiento que adoptó en el pasado debate sobre el estado de la nación, Aznar indicó que se considera una persona "muy prudente" y "con mucha responsabilidad en este momento". "Sé que tengo la confianza de millones de ciudadanos españoles que lo que desean es que su país supere a situación. Yo no voy al Parlamento a dar mítines, sino a explicar mis razones".

También se refirió a la posibilidad de negociar con ETA, que desestimó diciendo: "¿Cómo se puede acabar con la violencia si usted negocia con el violento antes de que el violento deje las armas? Con los violentos no hay nada que negociar hasta que dejen de ser violentos. Me parece un gravísimo error negociar con gente que mata".

Preguntado sobre si se dejará arrastrar por la corrupción una vez que llegue al poder, Anar contestó: "Yo soy una persona honrada y honesta. Tengo 42 años y así seré toda mi vida. A estas alturas ya no voy a cambiar. El poder corrompe probablemente a los que ya estaban corrompidos".