Es la tercera ocasión en la que el jefe de Gobierno español viaja a Extremo riente, con el principal propósito de abrir caminos comerciales para las empresas españolas en lo que se califica en fuentes de Moncloa como "la conquista comercial de Asia".

José María Aznar ya viajó la pasada legislatura a Kazajistán y Japón y, antes del verano, irá a China y Filipinas, con el mismo propósito de impulsar la presencia de los negocios españoles en esa área del mundo.

En Vietnam, primer destino de su viaje, el presidente español permanecerá dos días de visita oficial, durante la cal mantendrá varios encuentros con el primer ministro de esta república, Pham Van Khai, y con el presidente del país, Tran Duc Luong.

Aznar se reunirá con empresarios españoles y vietnamitas, a los que expondrá las lineas maestras del despegue económico español en los últimos cuatro años y la necesidad de abrir mercados dentro de lo que se califica como globalización de la economía.

En Seúl, Aznar participará, junto al resto de jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea, en la primera cumbre sia-UE, que tiene como principales objetivos el estrechamiento de lazos políticos, confirmar la apuesta por el respeto a los derechos humanos y empezar a solventar trabas administrativas para la inversión occidental.

Las mesas de trabajo de esta cumbre versarán sobre política y seguridad, economía y comercio, y aspectos socio-culturales.

La visita de Aznar a Iran será la última de esta gira. En Teherán, el jefe del Gobierno volverá a insistir al primer ministro de esta Republica islámica, Hassan brahim Habibi, con el que ya se reunió hace semanas en Nueva York durante la cumbre del milenio, acerca de los peligros que para la economía mundial acarrea el descontrolado aumento de los precios del petroleo.

Aznar viajará acompañado de su esposa, Ana Botella, y del ministro portavoz, Pío Cabanillas.