Aznar hizo estas declaraciones en una conferencia celebrada dentro del Foro Global que la Universidad Georgetown, de la que es profesor visitante desde 2004, celebró hoy en Madrid para analizar la competitividad mundial y las relaciones entre Estados Unidos y Europa.

El ex presidente del Gobierno, si bien no hizo una referencia directa al actual ejecutivo, dijo que en España "se ha mirado para otro lado" frente a la crisis económica y señaló que "los errores cometidos van a tener un gran coste".

"La economía ha entrado en crisis y se podía haber evitado", aseguró Aznar, quien añadió que la política del acutal Gobierno se ha traducido en un aumento del gasto público, en más impuestos, en un descenso de la libertad económica y en un exceso de intervencionismo en las empresas.

Según los cálculos de Aznar, tras estos cuatro años de Gobierno socialista hay en España "300.000 parados más, el triple de inflación y mayor presión fiscal".

Ante este panorama, el ex presidente del Gobierno se preguntó como reaccionará España socialmente con "cinco millones de inmigrantes que van a ser los primeros en sufrir la crisis económica".

Aznar, quien aseguró que en Estados Unidos le asocian con el éxito económico, aseguró que España necesita "otra política económica", una modelo "de mayor libertad, menor gasto público, menor presión fiscal y menos intervencionismo y proteccionismo".

Pero los cambios que Aznar instó no se quedaron en el plano económico, ya que abogó por una transformación del sistema educativo y universitario español, una reforma que posibilite "la libertad de elección de los padres" y que evite la fuga de cerebros a Estados Unidos.

DEFENSA DE LA GLOBALIZACIÓN

En su conferencia, Aznar defendió el fenómeno de la globalización como la mejor fórmula para acabar con las desigualdades sociales en el mundo y como una herramienta para luchar contra la pobreza.

En este sentido, defendió que la globalización ha provocado que millones de personas, sobre todo en Asia, hayan salido de la pobreza, al pasar de una economía socialista e intervencionista al libre mercado, y que gracias a este fenómeno se han reducido las desigualdades sociales en el mundo.

Para el ex presidente del Gobierno, el liberalismo y la globalización generan oportunidades de crecimiento que los países en vía de desarrollo no pueden dejar escapar.

Aznar dijo que a pesar de la crisis económica que se está asentando del otro lado del atlántico, Estados Unidos seguirá siendo el motor mundial con un modelo basado en la productividad, la competitividad y el liberalismo, aunque criticó las fórmulas hipotecarias norteamericanas.

"Es normal que una persona pida un crédito, pero cuando los bancos persiguen a las personas para regalárselos las complicaciones pueden ser grandes", aseguró Aznar.

También hizo referencia a la creciente pujanza asiática y alabó el progreso económico vivido en China, India o Corea del Sur, con un crecimiento en los últimos años cercano al 10%

UNA EUROPA MÁS DINÁMICA

Para el ex presidente del Gobierno, Europa está dividida en dos bloques. Por un lado está lo que llamó "la Europa dinámica", representada por los países del centro y del este del continente, así como por Irlanda y en menor medida por el Reino Unido, países cuyas economías, gracias a la creación de empleo y a las altas tasas de crecimiento, permitirán afrontar la crisis económica con tranquilidad.

Del otro lado, Aznar situó a la Europa "del bajo crecimiento y del pesimismo social", aquella que "ha aportado a los 20 millones de desempleados" con los que cuenta el continente.

En este sentido, afirmó que la única oportunidad que Europa tiene de aumentar su relevancia mundial pasa por Economía, ya que el continente, al contrario de lo que sucede en Estados Unidos, no posee el suficiente potencial militar nila suficiente importancia técnico-cientifica para ser clave en la toma de decisiones internacionales.

También se refirió a América Latina, de quien alabó el "brillante crecimiento" que ha experimentado en los últimos años como consecuencia de haber hecho "los deberes de la transformación", un empuje económico que desmiente "el viejo escenario de países asfixiados por la deuda externa y la inflación".

En cuanto a África, Aznar aseguró que es "uno de los grandes problemas del mundo" por sus altas tasas de pobreza y por la falta de apertura a la economía mundial.

Al cerrar su discurso, el ex presidente del Gobierno explicó que tenía que dejar el auditorio para ver si finalmente encontraba "a la niña de Rajoy".