"Pero no lo va a haber ahora y no lo iba a ver antes", dijo Aznar, dando así la razón a la ministra Isabel Tcino y al portavoz de Defensa del Grupo Popular, Arsenio Fernández de Mesa, que ayer cruzaron declaraciones con el secretario de Estado de Defensa, Pedro Morenés.

Morenés, en sintonía con lo anunciado días atrás por Eduardo Serra, matizó lo que había dicho Tocino por la mañana ante la Comisión de Infraestructuras y Medio Ambiente del Congreso, señalando que el asunto estaba en estudio. Por la tarde, un portavoz de Defensa ratificó esa versión.

El jefe del Ejecutivo ha terciado en la polémica de Achuras durante la rueda de prensa que ofreció este mediodía en el Palacio de La Moncloa junto con el presidente venezolano, Rafael Caldera, de visita oficial en España.

Aznar, menos remiso que en otras ocasiones a hablar de política nacional en comparecencias con mandatarios extranjeros, reflexionó en voz alta sobre la "noticia de grandísima importancia" que constituye el acuerdo sobre pensiones entre Gobierno y sindicatos y aprovechó para recordar que eso supone cumplir el compromiso electoral del dilogo social.

En ese mismo tono optimista, José María Aznar ha restado importancia a las amenazas de `otoño caliente -"se anuncia en todos los países", ha dicho-, y ha revelado que la economía española tiene hoy los mayores índices de credibilidad de su historia. Sobre la prima de riesgo que paga la deuda del Reino de España ha advertido que "en toda nuestra historia habíamos estado por debajo de los dos puntos básicos, y en este momento lo estamos".

"Recordaba ayer que alguna persona me decía queera muy importante llegar a los dos puntos básicos a final de año, pues se ha sobrepasado esa barrera en septiembre. Por tanto, ésa es una gran muestra de confianza", señaló.

"PROBLEMILLAS" CON VENEZUELA

Menos explícito se han mostrado él y Caldera cuando se les ha preguntado por las extradiciones de etarras que viven en Venezuela. En su introducción a la rueda de prensa, el mandatario español mencionó en dos ocasiones los "problemillas", sin más detalles, que han jalonado las relaciones entre ambospaíses durante los últimos años. "unas relaciones mejorables", apostilló.

Sin embargo, al pedir concreciones a Aznar sobre si en breve se van a pedir extradiciones, se ha escudado en la discreción necesaria en temas de terrorismo.

Previamente señaló que hay un Tratado en vigor, "que el Gobierno venezolano sabe cuál es el parecer del Gobierno español", y pidió que las relaciones en esa materia "sigan funcionando con normalidad". Caldera, por su parte, afirmó que si se solicitan nuevas entregas de tarras se tramitarán conforme a la ley.

Aznar ha enmarcado la colaboración con Venezuela en "los progresos que se están haciendo en todas partes", en alusión a la firma del Convenio Europeo de extradición y al acuerdo con Bélgica, con el que "un mito se ha derribado" para los violentos, dijo el presidente en alusión a las reticencias belgas a entregar etarras a nuestro país.

Por lo que respecta a los Presupuestos Generales del Estado, Aznar afirmó que están "ultimados" y que van a ser aprobados e viernes. Un Presupuesto que será "extraordinariamente útil, eficaz y decisivo" por riguroso, para su único objetivo: que España pueda pasar el `examen' de la Unión Monetaria con las cuentas de 1997.

Además, afirmó, el PP tenía el compromiso electoral de establecer la corresponsabilidad fiscal en España "y lo hemos hecho". El presidente ha justificado que las autonomías asuman labores de ingresos fiscales porque "cuando se gestiona más de un tercio del gasto que hay en España, se tiene que asumir la rsponsabilidad de pedir una parte del dinero a los ciudadanos".

"Y los ciudadanos van a tener la posibilidad de juzgar de un más estricto, más democrático, en el sentido amplio de la expresión, las tareas de los gobierno autonómicos", comentó.

GAL: NO A LA IMPUNIDAD

Por otro lado, el presidente del Gobierno respaldó lo dicho por la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, ayer, tras conocerse la crítica de la Sala Segunda de la Audiencia nacional a la decisión del Gobierno de no desclaificar los papeles del Cesid. Mariscal dijo que es "impensable que un crímen quede impune". Aznar comparte "plenamente" esas palabras.

Sin embargo, cuando se preguntó al presidente si el Gobierno va a reconsiderar ahora la no desclasificación, respondió que "no hay por qué". "El Gobierno ha tomado una decisión que no tiene previsto someter a revisión. Otra cosa son las decisiones de los tribunales".

Más adelante recordó que el GAL no afecta a su Ejecutivo y que, aunque la decisión de no desclasifcar papeles secretos "no era fácil", se hizo porque resulta lo más conveniente para España.