ETA

AZKARRAGA DICE QUE LA PAZ DEBE LLEGAR EN 2006 Y ADVIERTE DEQUE LAS VÍCTIMAS NO HAN DE CONDICIONAR DECISIONES DEL GOBIERNO

MADRID
SERVIMEDIA

El consejo de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga, aseguró hoy que el proceso de paz en Euskadi debe estar consolidado en los próximos once meses yadvirtió de que las víctimas del terrorismo no deben condicionar las decisiones del Gobierno en este terreno.

Bajo el revelador título de "A las puertas de la paz", el consejero vasco de Justicia intervino hoy en el Forum Europa para dar su visión de la situación actual y de las perspectivas de finalización de la violencia.

Azkarraga comenzó su intervención enumerando los elementos que alientan la esperanza del fin de la violencia. Por una parte, recordó la propuesta de Anoeta hecha por Batasuna, citó la voluntad de diálogo del Gobierno socialista y se refirió a la ausencia de víctimas mortales en los últimos dos años y medio.

Ante este panorama novedoso, dijo que es necesario "no poner inútilmente en riesgo una vía que es sustancialmente complicada", y para ello resulta "imprescindible" que ETA abandone su estrategia de colocar coches-bomba, que puede tener como consecuencia alguna víctima mortal que "aborte de forma radical" el incipiente proceso de paz.

En paralelo, los responsables políticos deben dar oxígeno al proceso con iniciativas que deben emanar principalmente del Gobierno central. Estas medidas deben ir dirigidas a "humanizar el conflicto", con medidas relativas a los presos que signifiquen "el cumplimiento de la legalidad".

"El acercamiento de los presos a su entorno social no supone cesión democrática alguna, sino respeto a las indicaciones legales para el tratamiento de los penados", aseguró. "Por tanto, no estoy hablando de precio político", tal y como denuncia el PP.

LEY DE PARTIDOS

Esta política de gestos debe extenderse al ámbito judicial, por lo que Azkarraga abogó por "ponérselo fácil a los jueces" derogando la Ley de Partido Políticos y permitiendo la vuelta a la legalidad de Batasuna, que ha de ser uno de los protagonistas de la negociación que deberá fraguarse en la mesa de partidos que dé respuesta al problema político que subyace tras la existencia de ETA.

"La derogación de la Ley de Partidos es un elemento esencial y prioritario" para concordar las decisiones de la Audiencia Nacional con el actual proceso, manifestó.

El consejero vasco defendió que la mesa política, en la que deberán estar representados todos los partidos, sin excepción, sólo podrá conformarse en ausencia total de violencia y no necesariamente en paralelo con la mesa en la que Gobierno y ETA deben fijar las bases del fin de la violencia.

Azkarraga considera que la condición para esta negociación directa con la banda es una tregua previa a la disolución, pero además indicó que el fin del conflicto sólo vendrá del reconocimiento de la capacidad del pueblo vasco para decidir su futuro y del respeto por el pacto bilateral entre Euskadi y el Estado.

Todo este proceso debe realizarse, en su opinión, en los próximos once meses, porque no será posible culminarlo ni en 2007, ni en 2008, ni en 2009, puesto que serán años electorales. "No tenemos toda una legislatura por delante. El tiempo corre en nuestra contra. Si no lo conseguimos en los próximos once meses, habremos fracasado", aseguró.

Además, entiende que la tregua que declare ETA deberá contar con elementos que le confieran mayor solidez que a la que en 1998 decretó la banda y que se rompió un año después.

Azkarraga pidió que nadie ponga límites al contenido del debate en la mesa de partidos y afirmó que su partido, Eusko Alkartasuna, "no admitirá rebajas en la defensa de los derechos nacionales" del País Vasco.

Con todo, también dijo que su intención no es "estorbar ni exigir cuotas de protagonismo" en un proceso que debe concluir con la normalización política de Euskadi y con el fin de la violencia.

DECISIONES AUDACES

Hoy, día en que el presidente del Gobierno recibe en La Moncloa a las víctimas del terrorismo, Azkarraga insistió en que el Gobierno debe ser "audaz" en sus decisiones y advirtió de que a las víctimas hay que tratarlas con "respeto y cariño", pero sin permitir que condicionen las decisiones del Ejecutivo.

"Mi Gobierno apuesta por políticas de reconocimiento, apoyo, acompañamiento y solidaridad con las víctimas", dijo. "Estamos arbitrando las medidas necesrias para hacerles más fácil la vida y defendemos la necesidad de preservar ante todo su dignidad. Por ello, rechazo la inmoral utilización de las víctimas de forma partidaria. Creo que su palabra debe ser escuchada y comparto absolutamente su demanda de justicia; pero defiendo que las víctimas del terrorismo no pueden condicionar el proceso hacia la paz".

Por ello, instó al Gobierno a separar nítidamente sus decisiones sobre el proceso de paz de las opiniones de las víctimas y a rechazar cualquier "tutelaje" de las mismas.

En este punto, denostó la actitud "manipuladora" y el uso como "arma arrojadiza" que a su juicio hace el PP de los legítimos sentimientos de las víctimas de ETA y reprochó a los populares su voluntad de dinamitar el fin de la violencia.

(SERVIMEDIA)
17 Feb 2006
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