Así lo afirmó en declaraciones a los medios de comunicación en un encuentro con representantes del sector turístico en Girona, junto con el cabeza de lista en las elecciones catalanas por esa provincia del Partido Popular, Jaume Veray.

“Son los mismos movimientos internacionales de siempre por parte de la izquierda y que ahora se están haciendo fuertes en la vida universitaria, en los campus de todas las universidades”, algo que la presidenta consideró como “insensato”.

Ayuso consideró la actitud del Gobierno de España “totalmente insensata e injusta, intentando hablar ahora de la cuestión del Estado palestino, a lo que nadie se niega, pero justificando o como premio después de los atentados más graves que se recuerdan contra el pueblo judío, con más de 1.400 muertos”.

La presidenta de la Comunidad de Madrid calificó de “espantoso y deleznable que se vaya a premiar por matar” y remarcó que “no es el momento de hablar de esto ni tampoco de que España se ponga la cabeza de nada cuando nadie se lo ha pedido”.

En este sentido, constató que lo que está ocurriendo en Gaza “es tremendo” y, por supuesto, “todos queremos que finalice”. “Es culpa y responsabilidad de aquellos que destinan ingentes cantidades de dinero a armas, en lugar de a cuidar a su población y procurarles una sanidad o una educación, y que utiliza su propia población como escudos humanos”, opinó.

Ayuso apuntó que en los campus españoles “no se puede hacer esa politización”, y recordó que en España, en todas las universidades, “viven muchísimos judíos, muchísimos israelíes, como lo hacen también numerosos rusos, ucranianos, palestinos”.

Por ello, continuó, “no podemos utilizar el campus para expulsar a nadie, es como decir que vamos a seguir señalando los negocios israelíes, vamos a pasar de señalar con la estrella de David judío ahora a empezar a señalar el negocio israelí para perseguirlo”.

Por último, Ayuso se preguntó si alguien va a recordar en esas pancartas en los campus universitarios a esos 1.400 asesinados por Hamas, y “no digamos a esas mujeres que fueron mutiladas, violadas, desguazadas y después exhibidas como trofeos por la Franja de Gaza por el hecho de ser mujeres judías e israelíes”. “Creo que es todo un sinsentido y me parece que sumarse a eso es retrotraernos a los peores episodios del siglo XX”, concluyó.