Dichos dispositivos, comercializados con el nombre de Flashcam, se sitúan en la parte más alta de los postes de las farolas, y se activan por el movimiento. Si captan a alguien cometiendo un acto potencialmente ilegal, una voz, acompañada de un potente flash, advierte de que se abandone esa actividad, y toman una fotografía de los presuntos delincuentes, que podrá utilizarse para emprender acciones legales contra ellos.

El dispositivo ha sido desarrollado por la firma norteamericana Q Star, que ha contado con el asesoramiento del Ministerio británico de Defensa para el desarrollo del dispositivo. No obstante, sus diseñadores no han explicado qué sistema utiliza la Flashcam para distinguir a los individuos que estén cometiendo un delito, de los que simplemente están dando un paseo, pero aseguran que habitualmente son los malhechores los que más se asustan y huyen del lugar de los hechos.

Las cámaras ya están en funcionamiento en 52 de las localidades con mayores índices de delincuencia del país, entre ellas Londres, Glasgow y Birmingham.

Las dos instaladas en la localidad de Camden han tenido ya un impacto positivo en la reducción de la delincuencia, lo que seguramente animará a las autoridades de otras ciudades a probar el sistema.