Así lo señaló hoy el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno del ayuntamiento al ser preguntado sobre el expediente abierto por la Comisión Europea a España por la falta de declaración de impacto medioambiental en la reforma de la M-30 y la petición de los grupos políticos de la oposición, ecologistas, vecinos y la ministra de Fomento, Cristina Narbona, de que se paralicen las obras.

Cobo insistió en que la legislación española vigente permite no hacer ese estudio de impacto ambiental, y en que esta misma opinión la comparten la Comunidad de Madrid, el Consejo de Estado y dos jueces a los que los grupos de la oposición han pedido la paralización de las obras.

"Si se ha transpuesto bien o mal la directiva europea a la legislación española es otra cosa", señaló Cobo, añadiendo que de haberse traspuesto mal afectaría no sólo a las obras de la M-30, sino también a las obras de Fomento y de otras administraciones. Recordó, como ejemplo, que el "túnel de la risa" que está realizando el ministerio no tiene declaración de impacto medioambiental.

Señaló que es un problema jurídico, y que el ayuntamiento dará todas las explicaciones necesarias, hará las alegaciones que considere oportunas y cumplirá lo que digan las administraciones, incluida la europea. Cobo insistió en que, pese a estar exentos de declaración de impacto ambiental, al considerarse la M-30 una vía urbana, se han cumplido todas las condiciones marcadas por la Administración central y autónomica.

Explicó que se están cumpliendo los 40 requisitos medioambientales exigidos por la Confederación Hidrográfica del Tajo y los 18 de la Comunidad de Madrid, y aseguró que "enninguna obra se ha sido más exigente que en las de la M-30, que se están realizando en la forma más correcta y segura". Cobo dijo que se han presentado ante Bruselas 19 proyectos de la obra porque no se trata de una sóla obra que afecte a todo el cinturón de la M-30, sino que son 19 tramos distintos.

ENCUESTA

Cobo aprovechó la rueda de prensa para presentar unos datos sobre la opinión de los madrileños con relación a las obras de la M-30 recogidos en el último Barómetro de Consumo del ayuntamiento, para el que han sido entrevistadas telefónicamente un total de 1.152 ciudadanos entre el 13 y el 22 de marzo.

De acuerdo con estos datos, casi el 70% de los madrileños (más de dos de cada tres) se ha visto afectado por la remodelación de la M-30, de manera que casi un 55% utiliza alguna vía alternativa a esta circunvalación desde que comenzó la reforma, el 72,5% cree que su consumo de combustible ha aumentado por estas obras y el 8,8% ga modificado el lugar donde realiza las compras, sobre todo por atascos (44,2%) y dificultades de acceso por las obras (40,1%).

A pesar de que las obras de la M-30 afectan a los madrileños a la hora de moverse por la ciudad, el 89% sigue utilizando el transporte público en la misma medida que antes de que comenzaran las obras y sólo un 10,7% usa más el Metro y autobús.

Pero, pese a todas estas molestias, los datos de la encuesta del ayuntamiento muestran que dos de cada tres madrileños (el 68%) cree que estas molestias serán compensadas por los resultados finales, frente a casi un 27% que no lo cree. El 30,1% estima que la fluidez del tráfico será el principal beneficio de la transformación de la M-30, casi un 20% que habrá más zonas verdes y un 10,8% que se reducirán los accidentes.

Además, el 45% de los madrileños cree que la reforma de la circunvalación aumentará el turismo, frente a casi un 39% que no lo cree; y que cuando finalicen las obras madrid se situará al mismo nivel que las principales capitales europeas (un 51,5%), frente a un 40,9% que opina lo contrario.

Sobre el soterramiento de la M-30 en la zona del Manzanares, los madrileños creen que reducirá los problemas de tráfico en la zona (un 16,3%) y que habrá más espacio de ocio (15,8%) y menos niveles de ruido (15,7%) y contaminación (13,5%).