Para garantizar la protección de este espacio, se ha aprobado la modificación del Plan General que incluirá este Olivar en el Catálogo de Parques Históricos y Jardines de Interés.

El proyecto de modificación del Plan General también alcanza a las tres edificaciones del Olivar, que hasta el momento no gozan de protección y que pasarán así a formar parte del Catálogo de Edificios Protegidos.

Se trata de un reducto paisajístico singular que conserva un antiguo olivar con ciento cincuenta ejemplares centenarios. Además, la finca alberga árboles frutales, especies propias de la Sierra del Guadarrama, y uno de los ejemplares de madroño más antiguos de Madrid.

La importancia de este espacio va más allá de su riqueza natural, pues ha sido escenario de distintas iniciativas culturales, científicas y humanísticas impulsadas por personalidades como Ramón Menéndez Pidal e intelectuales como Dámaso Alonso, que también tuvo casa en el Olivar.

El Olivar de Chamartín, con una superficie de 14.421 metros cuadrados, está situado entre las calles Menéndez Pidal, Henri Dunant, Padre Damián y Alberto Alcocer.

José Castillejos compró una parte del Olivar en 1917 y compartió su propiedad con sus colegas como Menéndez Pidal, que acomodó en su vivienda su famoso Archivo del Romancero Pan-hispánico, o Dámaso Alonso, y científicos como Ignacio Bolívar, director del Museo Nacional de Ciencias Naturales, o Luis Lozano, catedrático de ictiología y piscicultura. Allí recalaron intelectuales y artistas que hicieron del lugar un espacio de encuentro y debate.

Hasta la Guerra Civil, el Olivar estuvo alejado de la ciudad, ya que Madrid acababa en el antiguo hipódromo, lugar que ocupan hoy los Nuevos Ministerios.