Cada uno de estos fajines, junto con un cordón y una medalla del Ayuntamiento, le han costado a la corporación 47.500 pesetas, cantidad que, según declaró a Servimedia el primer teniente de alcalde, Luis María Huete, no es demasiado cara, porque los fajines fueron bordados a mano y confeccinados de forma artesanal y muy trabajosa.

Precisamente, los regalos que recibieron los nuevos integrantes de la corporación motivaron varias anécdotas durante el acto de toma de posesión de Alvarez del Manzano.

Al comienzo de la sesión de investidura celebrada el pasado 5 de julio, la tercera teniente de alcalde y concejala de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, no pudo resistir la tentación de ponerse el fajín en la cintura, lo que propició un comentario irónico del portavoz socialista, Juan Barrnco, cuando pronunciaba el discurso de su grupo.

Barranco, dirigiéndose a la concejala, señaló que esperaba que la gente no le confundiera a él con un pelotari cuando le vieran por la calle ataviado con el fajín.

EXCESO DE PESO

Asimismo, algún concejal del PP comentó en tono jocoso y de broma que a varios compañeros de su grupo no les sentaba muy bien la prenda, por su exceso de peso. Quizá este edil no se había dado cuenta todavía de que el fajín tiene una travilla para agrandar o achicar el cnturón, dependiendo de los casos.

Por otra parte, Huete recordó que la entrega de estos atributos viene de antiguo, aunque últimamente cayó en desuso. También subrayó que cada edil debe devolverlos cuando acaba su mandato, pero reconoció que alguno se los queda como recuerdo.

A título anecdótico, el primer teniente de alcalde explicó que en el Salón de Comisiones hay un cuadro de Pedro Rico, primer alcalde de Madrid durante la República, en el que, originariamente, llevaba el fajín con la banderatricolor.

Durante el anterior régimen político, el cuadro fue "retocado" y los colores de la bandera republicana fueron sustituidos por los de la bandera española, mientras que ahora el fajín tiene el color carmesí propio de la Villa.

"Esto demuestra", añadió Huete, "que desde los años 30 ya se llevaba fajín, a pesar de los avatares políticos de cada época".

En la actualidad, los concejales del Ayuntamiento de Madrid lucen la venera o collar durante ceremonias de gran gala en las que partician jefes de Estado o presidentes de gobierno, así como en algún otro acto solemne, como la festividad de San Isidro.