Así lo indicó en rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno Municipal, donde señaló que ya se habían hecho estudios preliminares a través de los técnicos del área de Cultura, incluso se usaron drones para poder alcanzar “hasta el último rincón” del monumento, y se detectó que se necesitaba hacer un estudio “más profundo” de las patologías que le pudieran afectar.

En los próximos dos meses, aclaró, se estudiará el estado “concreto” y las “afecciones” que puede tener. En este sentido, explicó que la Puerta de Alcalá va a estar cubierta con una lona hasta el 30 de septiembre en la que habrá una reproducción del monumento, para, aunque “no sea de verdad”, la gente pueda seguir “haciéndose a la idea” de cómo es.

Con los informes preliminares, Almeida comunicó que se ha detectado el “deterioro” como consecuencia de que es un monumento al aire libre, sometido a los fenómenos meteorológicos, particularmente “lo que supuso Filomena”. Además, al ser un punto de “numeroso tráfico”, convine hacer una limpieza “en profundidad” cada “serie de años”.

Además, expuso que en un monumento así “hay que vigilar la evolución de la piedra por si se está produciendo algún tipo de desprendimiento”. El acalde comentó que la Puerta de Alcalá ya fue objeto de restauración “a finales del siglo pasado”, un proceso dirigido por el expresidente del PP de Madrid Pío García-Escudero, que es arquitecto y especializado en Patrimonio.