En declaraciones a Radio Nacional, Vilalta afirmó que "tenía notiias de que Torres Quevedo había trabajado en Corsán hasta el año 86, pero su incorporación al GIF fue en tanto que funcionario del Ministerio de Obras Públicas en activo, y en el momento en que él entró en el GIF se llevaron a cabo todas las cautelas necesarias para asegurar y para demostrar la independencia de Torres Quevedo en relación a esta empresa".

Para Vilalta, "quedaba claro que a partir de ese momento no había ninguna relación de ningún familiar directo del señor Torres Quevedo en la administación de Corsán".

Asimismo, Torres Quevedo "depositó las acciones de su esposa ante notario y, además, un acta notarial con el compromiso de ninguna intervención en la empresa", señaló el secretario de Estado, con lo cual "se garantizaba su absoluta no intervención en la misma".

Vilalta añadió que las obras en el GIF "las adjudica una mesa de contratación, en la cual no intervenía el señor Torres Quevedo".

"El propio ministro de Fomento, cuando empezó el GIF, tenía mucho interés, y así se esableció, que éste (el Madrid-Barcelona) era un AVE sin comisiones. No las hay, no las ha habido y estoy convencido de que es absolutamente correcta toda la actuación del señor Torres Quevedo", manifestó Albert Vilalta.