Las direcciones de CDC y de UDC, por separado, destacaron que los socialistas catalanes demuestran, en esta cuestión, estar subordinados al PSOE, al no oponerse a la posibilidad de que el grup en el Congreso recurra al Tribunal Constitucional el acuerdo sobre financiación pactado entre el PP y CiU.

El secretario general de CDC, Pere Esteve, señaló en una rueda de prensa posterior a la ejecutiva de su partido, que la postura del PSOE es "estrictamente política y no responsable, ya que sólo busca la erosión del Gobierno para recuperar la Moncloa".

Esteve dijo que la ejecutiva de Convergència consideró en su reunión de anoche que la postura socialista es "una muestra de debilidad y de iresponsabilidad porque no tienen más salida que entrar en los gobiernos fáciles de la división territorial".

Para CDC, "los socialistas sólo han criticado el procedimiento de negociación, que es exactamente el mismo que utilizó el Gobierno del PSOE presidido por Felipe González cuando negoció el anterior sistema con los partidos que le apoyaban".

En opinión de Esteve, la polémica suscitada por la nueva financiación autonómica "enfrenta a una visión arcaica, conservadora e inamovible del Estado quedefienden Chaves e Ibarra, y ahora Felipe González y Narcís Serra, y una visión progresista y abierta, que es la que defiende CiU".

Respecto al anuncio del PSOE de que derogarán el sistema pactado entre PP y CiU si ganan las nuevas elecciones, Esteve dijo que es posible que los socialistas deban hacer cosas parecidas a lo que tuvieron que hacer en 1993", cuando recurrieron a los nacionalistas catalanes para gobernar.

Por su parte, el secretario general de UDC y consejero de Trabajo de la Generaliat, Ignasi Farreres, indicó que era "un hecho grave que el PSOE esté en contra de lo que ellos mismos iniciaron" y que la actitud de esta fuerza es "altamente desestabilizadora".

El dirigente de Unió se mostró, respecto al PSC, "entristecido por la respuesta tan poco acorde con lo que esperaban los catalanes y muy condicionada al PSOE".