Así se refleja en el Observatorio de Competitividad Empresarial sobre Internacionalización, elaborado por la Cámara de Comercio de España y presentado este lunes en el campus de Santander de la UIMP, coincidiendo con la apertura del curso de verano 'Retos globales en un entorno de incertidumbre', que patrocina la Cámara de España.

“En 1975 las exportaciones suponían un 11% del PIB español, mientras que hoy representan más del 42%. Además, en 2022, casi la mitad del aumento de nuestro PIB fue consecuencia del ámbito exterior”, recordó el presidente de Cámara de España, José Luis Bonet.

El empresario también señaló algunos aspectos relevantes que están caracterizando a las empresas españolas internacionalizadas, como la gradual diversificación geográfica, el fuerte crecimiento del comercio exterior de servicios o la favorable inserción en cadenas globales de valor.

SIETE DE CADA DIEZ

Un 77,6% de empresas exportadoras vende al extranjero de manera regular. Esto significa que la internacionalización "se ha convertido en una parte habitual de la estrategia de negocio para muchas empresas españolas". "En esas empresas exportadoras, el 44,9% de su producción es vendido al exterior; lo que demuestra el impacto significativo de la internacionalización en su crecimiento y rentabilidad”, explicó Raúl Mínguez, director del Servicio de Estudios de Cámara de España.

El observatorio también refleja que las ventas al exterior evolucionaron favorablemente para la mayoría de las empresas en 2023, y se espera que esta tendencia continúe en 2024: un 87% de las empresas exportadoras prevé mantener o aumentar sus exportaciones el próximo año.

Junto a los beneficios ya señalados, las empresas españolas también encuentran obstáculos en su salida al exterior. Entre las principales barreras figura la cantidad y complejidad de trámites burocráticos (3,13 puntos sobre una escala de 5), el elevado coste de vender en el extranjero (2,98 puntos) y la dificultad para obtener información sobre los mercados de destino (2,84 puntos). Para superar estas barreras, las empresas internacionalizadas valoran el asesoramiento y acompañamiento (42,8%), las acciones de promoción (participación en viajes, misiones, ferias, …) (38,8%), el apoyo económico y acceso a canales de financiación (32,3%), y los acuerdos de libre comercio (29,9%).

Cerca de la mitad de las empresas internacionalizadas (46,3%) conocen los programas de apoyo a la internacionalización, y más de la mitad de ellas (54,8%) han utilizado estos recursos disponibles. Los más usados son los servicios de asesoría/consultoría (56,9%) y los programas de iniciación a la internacionalización (52,9%). Sin embargo, las empresas todavía aseguran necesitar más información sobre oportunidades de negocio (55,2%), trámites y controles aduaneros (55,2%), requisitos y formalidades (48,8%), elementos logísticos y operativos (45,8%), y fiscalidad y tributación (39,8%).

El estudio concluye que aún queda un largo camino por recorrer para que las empresas españolas alcancen su máximo potencial en el mercado global. Entre los ámbitos a reforzar que señalan los expertos figuran fomentar la cultura exportadora, ya que es es necesario que las empresas españolas consideren la internacionalización como una parte natural de su estrategia de negocio, y apoyar a las pymes, que son las que tienen un mayor potencial de internacionalización, pero también son las que encuentran más dificultades. Es necesario que el Gobierno y las organizaciones empresariales les apoyen con medidas específicas, apunta.