Según estimaciones de la patronal, sólo en la Comunidad de Madrid se producen más de 1.000 ingresos en las fechas veraniegas, lo que sitúa actualmente a las residencias en el 90 por ciento de ocupación.

Además, se da la circunstancia de que este año, de las 1.000 plazas libres que tienen las residencias privadas para la atención de mayores en verano, la Administración se ha quedado con 700 camas, con lo cual la oferta privada será en torno a las 300 plazas.

"Este auento", explicó Moya Mateo, "se debe principalmente a dos motivos: por una parte, la familia tiene necesidad de tomarse unas vacaciones, y por otra, durante estas fechas los hospitales dan el alta a muchos enfermos crónicos".

Un 20 por ciento de las personas que ingresan en residencias de la tercera edad en estas fechas lo hacen de forma temporal, lo que permite a los familiares disfrutar de un descanso.

Las 190 residencias privadas de la Comunidad de Madrid tienen ocupadas durante la mayor parte el año 7.000 de las 11.000 plazas de que disponen, aunque cuando llegan el verano y las vacaciones de Navidad consiguen el lleno con las estancias temporales.

La oferta geriátrica española está en torno a las 143.000 plazas, distribuidas en unos 2.700 centros. Unicamente el 33 por ciento de estas residencias son públicas. Esto significa que sólo hay plazas para el 2,7 por ciento de los mayores de 65 años.

El Imserso espera aumentar este porcentaje hasta el 3,5 por ciento en el año 2006, pero los rofesionales del sector reclaman que se llegue a la media europea, que está entre el 5 y el 6 por ciento.