Los accidentes automovilísticos fueron los responsables del 63% de las muertes de niños en el período 1980-1995, y aproximadamente un millón de niños tuvieron que ser atendidos por los servicios de urgencias a causa de accidentes domésticos.

Según un estudio publicado por expertos británicos en "Injury Pevention", los ejemplos de accidentes en los hogares son de lo más variado. Los más habituales son las quemaduras con agua hirviendo, en el caso de los bebés, y las heridas producidas por las caídas desde lugares de altura, como árboles o columpios, en los niños de más edad.

Por otra parte, el doctor Ian Roberts y sus colegas del Instituto de Salud Infantil han hecho hincapié en su informe en las diferencias que existen entre los niños de distinta procedencia social. "Los niños de hogares pobres tiene más tendencia a dañarse en un accidente que los de familias con mejor situación económica", afirman en el estudio.