E fallo de la Audiencia de Vizcaya revoca la sentencia dictada por un juzgado de lo penal de Bilbao y acepta el recurso de apelación interpuesto por Cedro, entidad que gestiona y defiende los derechos de los autores y editores de obras impresas.

El juez de lo penal absolvió a los ahora condenados por considerar que se les acusaba de un delito provocado, ya que las pruebas que se presentaron en el proceso fueron recogidas por detectives privados, que solicitaron fotocopias de libros en siete locales de mbas empresas.

La Audiencia vizcaina considera probado que la actividad de reprografía ilegal de libros se llevaba a cabo en estos locales de forma habitual y con ánimo de lucro, según Cedro, que calcula unas pérdidas anuales para el sector editorial de 48.000 millones de pesetas por la reprografía ilegal, 17.500 de ellos en derechos de autor.