Los hechos que han dado lugr a la sanción contra el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional se produjeron en el despacho de Ruiz Polanco, cuando Iragi compareció ante el juez para que le comunicaran su procesamiento por su presunta implicación en el atentado perpetrado el 15 de julio de 2000 contra José María Martín Carpena, concejal del PP en Málaga.

Tras la amenaza, el magistrado contestó a Iragi: "Si yo no fuera juez y usted no estuviera esposado ni tuviese el brazo escayolado, le daría ds hositas".

El episodio se produjo horas después del funeral celebrado en el Tribunal Supremo por el magistrado de la Sala de lo Militar del Alto Tribunal José Franciso Querol y su chófer, asesinados un día antes en un atentado, en el que también murió el escolta del juez.

En una resolución hecha pública hoy, la Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional sostiene que los hechos descritos son constitutivos de una falta de desconsideración con los ciudadanos y que la expresión que dirigió a Iragi es"la única conducta reprochable" de Guillermo Ruiz Polanco.

En este sentido, la Sala de Gobierno añade que la expresión que profirió Ruiz Polanco no está amparada en la libertad de expresión, ya que "el ejercicio de la potestad jurisdiccional se traduce en un deber de respeto y consideración de la persona física que ostenta y ejerce ese poder del Estado respecto de los iguales o inferiores en el orden jeráquico [...] y, en general, con todos los ciudadanos".

"La libertad de expresión, aunque se haa por un integrante del Poder Judicial en defensa de sus propios derechos, debe hacerse siempre en todo caso con la mesura necesaria para no incurrir en la vulneración a este respeto debido" a los ciudadanos y, especialmente, a los justiciables, añade la resolución.

Tras señalar que la polémica expresión de Ruiz Polanco fue "irrespetuosa", la Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional tiene en cuenta que hubo provocación por parte de Iragi, cuando éste advirtió que el próximo objetivo de ETA iba a ser l propio magistrado, y que éste reconoció al poco rato que no debió haber proferido el mencionado exabrupto.

Con estos argumentos, la Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional ha acordado sancionar con una advertencia a Guillermo Ruiz Polanco por un falta leve de desconsideración hacia los ciudadanos. Esta decisión no es firme y puede ser recurrida por la vía contencioso-administrativa.