Según el Gobierno vasco, Villar le calumnió al realizar unas manifestaciones públicas con las justificó la ocultación de datos sobre ETA al Ejecutivo de Euskadi. El delegado del Gobierno argumentó entonces que el equipo de Juan José Ibarretxe estaba apoyado por grupos vinculados a la banda terrorista, en alusión a Euskal Herritarro.

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional entiende que las manifestaciones de Villar no fueron calumniosas, dado que "el querellado no dice, ni expresa ni tácitamente, que es duro compartir cosas con asesinos, en el sentido de que tales datos van a ser puestos por el Gobierno vasco en conocimiento de la organización ETA".

Para los magistrados, "que la frase sea o no afortunada en el plano político nada tiene que ver" con que sea constitutiva de un delito de calumnias contra el Gobierno vasco "Se trata de una crítica de carácter político", dicen.

De este modo, los magistrados confirman la resolución por la que el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Guillermo Ruiz Polanco, decretó el sobreseimiento y archivo de la denuncia presentada por el Gobierno vasco contra Villar, el pasado mes de noviembre.