Además, la sentencia establece que Iker Olabarrieta y Asier Arzalluz deberán abonar a Medina tres millones de euros, la indemnización más alta impuesta en la historia de la Audiencia Nacional a una víctima del terrorismo, según informaron fuentes jurídicas.

La segunda indemnización más alta (un millón de euros) se fijó para los herederos del magistrado de la Audiencia Provincial de Vizcaya José María Lidón Corbi, asesinado el 7 de noviembre de 2001.

En la sentencia conocida hoy, los magistrados explican que la cantidad fijada para Madina es "proporcional, atendida la edad de la víctima al tiempo de la comisión del delito, la ruptura de su proyección deportiva -incluida la merma de ingresos previsibles- y las consecuencias físico-psíquicas del delito sobre la víctima".

En este sentido, la Audiencia Nacional destaca "los padecimientos físicos y psíquicos" que el atentado provocó en la víctima, el tiempo que tardó en sanar de las lesiones físicas, las múltiples secuelas que tiene y el "incierto futuro sobre la evolución de otras".

En la sentencia, los magistrados señalan que cuando sufrió el atentado, Madina "tenía una intensa actividad deportiva, en especial como profesional del voleibol", que había jugado en la primera divición durante los cuatro años inmediatamente anteriores a febrero de 2002, y que además entrenaba a un equipo de categoría inferior como profesional.

ORDEN DE ALEJAMIENTO

Además, Iker Olabarrieta y Asier Arzalluz no podrán acercarse durante cinco años, a partir de su excarcelación, temporal o definitiva, a la víctima y a su familia ni comunicarse con ellos.

En la sentencia, los magistrados destacan la "claridad, precisión y extraordinaria entereza" con que Madina relató ante el tribunal el día que sufrió el atentado, cómo éste sesgó su trayectoria deportiva y cómo "desembocó en el fallecimiento de su madre escasos meses después del hecho".

El atentado tuvo lugar el 19 de febrero de 2002 en Sestao (Vizcaya). La bomba que la banda terrorista ETA había colocado en los bajos del Seat Ibiza que conducía Madina estalló a las 08.15 horas, le amputó la pierna izquierda y le provocó otras heridas de diversa consideración.

Los magistrados consideran probado que en fecha no determinada, pero anterior a febrero de 2002, ETA ordenó al "comando Olaia", integrado entre otros por Asier Arzalluz, que matara a Eduardo Madina Muñoz.

A su vez, Arzalluz y otra persona ordenaron a los miembros del "comando Urbasa", integrado entre otros por Iker Olabarrieta, que ejecutaran el atentado, para lo que les dieron "instrucciones precisas".

En la noche del 19 de febrero de 2002, Iker Olabarrieta y otros miembros del "comando Urbasa" colocaron en la parte inferior izquierda del coche de Madina una bomba, cuya carga explosiva "era suficiente para matar al conductor", según consta en la sentencia.

Sin embargo, debido a diversas circunstancias (entre otras que el artefacto estaba colocado "demasiado a la izquierda en los bajos del coche y la altura de Madina, que le obliga a conducir a mayor distancia del volante de lo habitual) "no se produjo el fatal desenlace quue los miembros de ETA tenían previsto".

ENCUBRIDORES

En cuanto a los otros dos condenados, Gaizka Olabarrieta y Gorka Aztiria, los magistrados señalan que ambos proporcionaron a Iker Olabarrieta y a otra persona refugio durante varias semanas en el piso de uno de ellos y que les trasladaron hasta Lequeitio,

Los magistrados señalan que tanto Gaizka Olabarrieta como Gorka Aztiria negaron ante el tribunal haber pertenecido a ETA y haber colaborado con la organización terrorista y que admitieron haber ayudado a Iker Olabarrieta porque eran primo y amigo de éste. Así, los jueces les condenan por encubrimiento y no por colaboración con organización terrorista.

Nacido el 29 de septiembre de 1977 en Baracaldo (Vizcaya), Iker Olabarrieta Colorado fue detenido el 25 de marzo de 2005 en San Sebastián, junto con Igor González Sola, alias "El Enfermo", y Carmelo Laucirica Orive.

Un mes más tarde, en abril de 2005, la policía detuvo en la localidad guipuzcoana de Mondragón a Gorka Aztiria y a Gaizka Olabarrieta.

Por su parte, Asier Arzalluz Goñi, nacido el 17 de diciembre de 1976 en San Sebastián y conocido como "Santi", "Epeta" y "Sendoa", fue detenido el 4 de junio de 2002 en Francia, cuando intentaba eludir un control policial, junto con Aitor Aguirrebarrena Beldarrain, alias "Peio", "Tarzán" y "Jone".

En junio de 2004, Asier Arzalluz Goñi fue condenado a 9 años de prisión por el Tribunal Correccional de París, que le encontró culpable de asociación de malhechores con fines terroristas, tenencia ilícita de armas y documentos falsos y por utilizar un vehículo robado y matrículas falsas.