El ministro agregó que se trata de "un control ordinario, más allá de las interpretaciones que se puedan realizar sobre su significado en este momento", apreciación con l que trató de establecer que no tiene ninguna relación con el reciente conflicto de los atuneros.

Respecto a la amenaza de la flota del bonito de interrumpir su campaña, al no aceptar el acuerdo alcanzado por España y Francia, Atienza señaló que el pacto firmado garantiza "el máximo respeto de la legislación comunitaria".

Atienza matizó que el acuerdo otorga a los inspectores comunitarios la facultad de confiscar las redes antirreglamentarias a los pesqueros que las lleven a bordo, así como la prrrogativa de prohibirles seguir faenando.