Atienza explicó que con el acuerdo alcanzado serán los inspectores comunitarios, que estarán presentes en las patrulleras españolas y galas, quienes supervisen que "en ningún momento" los barcos pesquen con redes superiores a los 2,5 kilómetros de longitud.

(Al parecer, los barcos franceses salían de puerto con varias redes de esa medida, que después en alta mar unían para formar mallas a la deriva de hasta 15 kilómetros de longitud).

El ministro, en eclaraciones a Radio Nacional, mostró su preocupación por el enfrentamiento entre pesqueros españoles y franceses, e instó a los primeros a no tomarse la justicia por su mano, aunque tengan la razón de su parte.

A su juicio, con la solución adoptada, "se va a producir una recuperación de la credibilidad del sistema de inspección", lo que contribuirá a normalizar la situación.