La producción de esta planta, diseñada en su totalidad para ser operativa conagua de mar, supone la mitad de las necesidades de los agricultores de la zona. El precio del metro cúbico de agua saldrá a 19,70 pesetas.

La desaladora, que funcionará por el proceso de ósmosis inversa, ha costado 786 millones de pesetas y es propiedad de la Comunidad de Regantes de Mazarrón, de la que son socios más de 1.000 agricultores.

El presidente de la Comunidad de Regantes y diseñador de la planta, José Hernández, dijo que "la planta permitirá asegurar el trabajo a más de 3.500 personas ue viven de la agricultura en la zona". Según José Hernández, el agua que se obtiene es cristalina y "puede ser potable una vez clorada".

Tanto Valcárcel como Atienza destacaron la importancia que "para España tiene la inauguración de una planta de estas características" y ambos bebieron un vaso de agua desalada de la planta. El ministro de Agricultura advirtió que estas plantas solucionan problemas puntuales, pero no el problema estructural de la sequía.

Antes de la inauguración de la planta de azarrón, el ministro se reunió con responsables socialistas de la región, con los que abordó diferentes asuntos, entre ellos la falta de agua en la región, sobre lo que manifestó que "la solución pasa por un Plan Hidrológico Nacional, elaborado con criterios de solidaridad entre cuencas y de equilibrio interterritorial".