Fuentes del Ayuntamiento de Madrid informarn a Servimedia que el primero de los dos atentados, ocurrido pasadas las ocho de la mañana junto a la glorieta de López de Hoyos, provocó daños en los inmuebles situados en los números 61, 63 y 65 de la calle Joaquín Costa; en los números 1, 2 y 3 de la calle Recaredo y en los números 4 y 6 de la glorieta.

También resultaron afectados dos edificios de oficinas de la calle Edison, situados junto a la glorieta; un inmueble de la calle López de Hoyos, esquina a la calle Oquendo; así como toda la acera delos números pares de esta calle hasta Velázquez.

Estos edificios sufrieron daños en su mayoría en acristalamientos, tabiquería, falsos techos e instalaciones telefónicas y eléctricas, ya que la detonación del coche-bomba, cargado al parecer con 40 kilos de explosivos, fue de gran intensidad.

Nada más producirse el atentado, se desplazaron a este lugar numerosos efectivos sanitarios, policiales y del cuerpo de bomberos, que comenzaron a revisar las viviendas colindantes, para desprender los marcosy cristales de las ventanas que corrían peligro de caer a la calle y que se rompieron con la explosión.

En las viviendas colindantes, en cuyas fachadas se pueden apreciar las huellas de la explosión, la totalidad de los cristales de las ventanas se hicieron añicos, cayendo en algunos casos sobre los vecinos, muchos de los cuales tuvieron que ser asistidos al sufrir cortes.

El local más afectado fue el situado en la planta baja de un edificio ubicado en la calle Recaredo, donde hay un restaurante ue quedó destruído en un 50 por ciento.

También sufrió daños de menor consideración una agencia bancaria situada en la glorieta de López de Hoyos, cuyos empleados, que se encontraban allí en el momento de la detonación, declararon a Servimedia que la explosión había afectado al acceso al local, que corría peligro de derrumbarse, así como a las cristaleras.

En el segundo atentado, cometido una hora después en la calle Serrano y que fue de menor fuerza que el primero, resultaron afectados los edifiios situados en los números 81, 83, 85, 118 y 120 de esa calle en sus tabiquerías, falsos techos y acristalamientos.

El alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano, que se desplazó al lugar de los atentados, ordenó a los servicios municipales trabajar ininterrumpidamente durante las 24 horas del día para reponer los servicios afectados y los cristales exteriores de los inmuebles.

Todos estos edificios fueron inspeccionados tras el atentado por los servicios técnicos del Departamento de Protcción de la Edificación de la Gerencia Municipal de Urbanismo.