La primera víctima fue el coronel Leopoldo Garcia, asesinado a balazos en Barcelona el 7 de febrero cuando se dirigia a su domicilio. El 4 de abril, fallecía en Bilbao el guardia civil Fernando Jimenez Pascual, al estallar una bomba colocada en su coche. El día 18 de ese mismo mes, moría en Barcelona el civil Vicente Beti Montesinos, de 35 años, a consecuencia de las heridas producidas por el lanzamiento de explosivos con un lanzagranadas contra el Gobierno Militar de Barcelona, dnde resultaron heridas otras diez personas.

Además de estas acciones terroristas, el pasado 29 de marzo murió el presunto etarra Jose Maria Iguerrategui, liberado del comando Donosti, al estallarle la bomba que manipulaba cuando pretendía cometer un atentado en Vitoria. El artefacto contenía unos diez o quince kilos de explosivos y otros quince de metralla.