A la espera de confirmación por parte de los técnicos en explosivos, parece ser que el vehículo llevaba unos quince kilos de explosivo, que fueron detonados a las 630 horas, veinte minutos después de que un individuo llamara a la Delegación del Gobierno y a los Bomberos municipales indicando que la explosión se produciría en media hora.

Precisamente esos diez minutos de diferencia han hecho que uno de los heridos sea un inspector jefe de Policía desplazado hasta la calle del Carmen para comprobar la veracidad de la amenaza telefónica.

En total, los heridos son ocho, ninguno de ellos de carácter grave, entre los que se encuentran dos mendigos que pasaban la oche a la intemperie.