Así se expresó Amor durante un encuentro organizado por el Consejo General de Economistas de España (CGE) para abordar la propuesta del Gobierno sobre la reforma del sistema de cotizaciones de los autónomos.

Amor comentó que desde su asociación se va a “seguir hablando con el Gobierno” y recordó que, al principio de las negociaciones de la reforma laboral, el texto se tildó por su parte de “marxista” y “regresivo”, y finalmente hubo pacto. Eso sí, advirtió al Ejecutivo de que, al mismo tiempo que negocia con los autónomos, avance en los trabajos parlamentarios, porque ya hay partidos que están mostrando su oposición al sistema que plantea el Gobierno.

Asimismo, criticó el sistema de cotizaciones por ingresos reales porque por la “dificultad” de determinar los mismos y lamentó que los datos que le “pone encima de la mesa” Seguridad Social “no coinciden” con los de la Agencia Tributaria.

Además, defendió que no se puede pedir que un autónomo cotice como un asalariado, ya que “un autónomo responde con sus bienes presentes y futuros cuando las cosas salen mal”, al tiempo que subrayó que el Pacto de Toledo introduce la cotización por ingresos reales como “una recomendación” y no como “una imposición”.

Avisó de que usar la “misma vara de medir para todo el mundo se antoja complejo y complicado”, porque no es la misma situación la de todos los autónomos, poniendo como ejemplo que los autónomos societarios no pueden deducirse la cotización.

Igualmente, Amor sostuvo que discrepa del Gobierno sobre que dos de cada tres autónomos vayan a cotizar menos con el nuevo sistema, aunque advirtió de que si esto sucede, tendrían “menos pensión”. En todo caso, insistió en que para 1,8 millones de autónomos subirán las cuotas un 35% en dos años, lo que tiene “afán recaudatorio”.

Por otra parte, el presidente de ATA reclamó que se destope la base de cotización máxima de los autónomos mayores de 47 años para que puedan cotizar más al final de su carrera profesional y mejorar su pensión futura.

Mientras, el presidente del Consejo de Economistas, Valentín Pich, aseguró que el nuevo sistema de tramos podría suponer que autónomos con una facturación similar podrían pagar diferente cuota en función de que puedan o no deducirse ciertos gastos afectos a la actividad.

“La reforma de cotizaciones de los autónomos requeriría de un cálculo de los beneficios reales de la actividad único e igual para todos, por lo que sería necesario homogeneizar los cálculos de los ingresos netos”, añadió.

En este sentido, Valentín Pich ha insistido en la conveniencia de abordar, de forma paralela a la reforma del sistema de cotización, un cambio en la fiscalidad de los rendimientos de actividades económicas en el IRPF “para establecer unas reglas iguales para todos en cuanto a la deducibilidad de gastos”.

Para el presidente de Economistas Asesores Laborales (EAL-CGE), Roberto Pereira, “es un error basar el sistema en los ingresos reales, igual que para los pagos fraccionados del IRPF se utiliza el rendimiento neto, para los autónomos ha de seguirse el mismo criterio, que además es lo más coherente para igualar el procedimiento con la cotización de los trabajadores por cuenta ajena del régimen general, que cotizan en base a su masa salarial, la unidad equivalente al rendimiento neto de la actividad económica”.

Por su parte, Javier Santacruz, profesor de Economía y analista del Consejo General de Economistas, afirmó que “las posibles desigualdades de trato que se puedan producir por el lado fiscal obligan a que en paralelo a la reforma del sistema de cotización se haga la reforma de la fiscalidad de los rendimientos de actividades económicas en el IRPF para establecer las mismas reglas de deducibilidad de gastos y el mismo cálculo de rendimientos netos”.

Por último, en cuanto al mantenimiento de la tarifa plana para los dos primeros años de actividad, el presidente de ATA calificó de “error” limitarla a los autónomos con ingresos por debajo del SMI, especialmente en el primer año.