Amor se expresó de esta forma al ser preguntado en un encuentro organizado por Nueva Economía Fórum por la polémica suscitada al hilo del incremento retributivo del presidente de la CEOE.

En su opinión, con las cuestiones salariales hay “curiosidad” y “nos encantaría que fuéramos por la calle” y que “todos tuvieran puesto lo que ganan” y “llevaran en la mano la declaración de Hacienda”, pero “estamos hablando de ámbitos privados y no creo que tenga que trascender lo que gana una persona u otra”.

No obstante, recordó que “todo el mundo sabía” desde 2019 lo que cobraba el presidente de la CEOE, por lo que calificó de “ilógico” que cada cierto tiempo esta cuestión vuelva a ser polémica, como ya sucedió en las elecciones de la patronal en la recta final de 2022.

“Vamos a ser un poquito serios”, apuntó Amor, que sostuvo que lo que gana Garamendi “a algunos les puede parecer mucho o poco”, aunque defendió que los salarios van en función de la productividad y el “buen hacer” de la persona. “Lo que yo gano, mi declaración de la renta, la comparto con mi mujer y con Hacienda, que lo sabe todo”, concluyó el presidente de ATA de forma jocosa.

LIBERTAD

Por su parte, en declaraciones a los medios en el marco de este encuentro informativo, el presidente de la patronal madrileña CEIM, Miguel Garrido, explicó que “las retribuciones de la dirección se establecen anualmente y van cambiando” y subrayó que la subida de Garamendi no es superior al 8%, como se ha publicado, sino del 3%.

Garrido, que como Lorenzo Amor es vicepresidente de CEOE, se mostró a favor de “la libertad” para que las organizaciones establezcan sus retribuciones, “teniendo en cuenta lo que aporta cada persona a la empresa” y el “sostenimiento” de las organizaciones.

Sobre la negativa de CEOE a sentarse a negociar la última subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), Garrido resaltó: “Estamos a favor de incrementar los salarios siempre que vaya acompañado del incremento de la productividad”.

Al hilo, indicó que la subida del SMI “no era una negociación”, dado que es una prerrogativa del Gobierno previa consulta con los agentes sociales.

Sobre los salarios en convenio, se mostró partidario de negociar con los sindicatos alzas retributivas, si bien remarcó la necesidad de que se tenga en cuenta la situación de las empresas. “Creemos que la negociación debe contemplar todos los aspectos y, cuando hay beneficios, es más fácil tomar decisiones de incrementos de los salarios”, aseveró.