En declaraciones a la Cadena Ser, Asunción manifestó: "A mí me parec que lo que se está propiciando desde la Ejecutiva Federal es que aquí en Valencia no exista una dirección estable, para asegurarle un buen retorno al señor Ciscar cuando deje la Ejecutiva Federal".

Asunción se mostró convencido de que la Ejecutiva Federal le tiene "inquina", y dejó claro que la crisis de los socialistas valencianos no puede resolverse con autoritarismo, porque no hay prebendas o cargos con los que presionar a la gente, sino que, por el contrario, lo que se reclama es esfuerzo y sacriicio y, para eso, cree que es preciso convencer.

A su juicio, "la solución impuesta por el señor Almunia (la constitución de una gestora nombrada por la Ejecutiva Federal) no va a favorecer ni favorece en absoluto la solución de los problemas, porque es ignorarlos. Yo creo que lo mejor que hay para resolver problemas es hacer un diagnóstico veraz, no fingido".

"A la altura que estamos", añadió, "posiciones autoritarias desde un partido político no tienen ningún sentido, y mucho menos cuando no setiene nada que repartir, y lo digo esto con toda crudeza, pero el autoritarismo a veces funciona cuando se puede amenazar con otro tipo de situaciones, pero cuando la gente lo único que puede hacer es trabajar y aportar esfuerzo y sacrificio, el autoritarismo no es una buena medida, hay que convencer".

SALIR EN LA FOTO

En su opinión, "hay una cultura política, que posiblemente no ha sido diferente de la que se ha hecho en el resto de España, basada en que quien tiene el poder manda, no convence, y auello de que quien se mueve no sale en la foto, que fue una frase muy gráfica, se ha ejercido igual en todos los niveles. Yo creo que ésta son las consecuencias que aquí afloran más rápidamente, pero que, larvadas, están en muchos lugares de la organización de este partido".

Asunción dijo que el reciente congreso extraordinario del PSPV, aunque fue "desastroso" por las divisiones internas que puso de manifiesto, se saldó con una Ejecutiva que tuvo el respaldo del 40 por ciento. "Bien, pues ese 40 por iento, por acción directa de quienes le apoyan o por omisión de quienes no lo apoyamos, hay que respetarlo, y ese es el principio básico", opinó.

El ex ministro del Interior puntualizó que eso no tiene nada que ver con su decisión de dimitir como portavoz socialista en las Cortes valencianas, algo que considera obligado después de la derrota de su candidatura a la secretaría general del PSPV.

Al preguntarle con qué argumentos podrá Joaquín Almunia pedir el voto a los socialistas valencianos en la próximas elecciones generales, comentó: "Tendrá que plantear una serie de argumentos que convenzan. Desde luego, si son los mismos que ha planteado ahora para sustituir a la Ejecutiva elegida, difícilmente va a convencer".

No obstante, subrayó que es preciso "entender que conviene ahora apaciguar las aguas, pasar el trance de las elecciones, que están muy próximas, y resolver los problemas definitivamente".

SIN RENCOR

En su opinión, posiblemente la "solución final" para el PSPV sea la refundacón del partido, "porque tal y como están las posiciones aquí, no hay otra alternativa".

Asunción afirmó que da por descontado que él no cuenta con las simpatías del aparato del partido, "ya desde los tiempos en que llegaron a expedientarme cuando aprobábamos el Estatuto de Autonomía, porque yo no estaba de acuerdo con un estatuto que estaba disminuido, y que después hubo que arreglarlo por la puerta falsa". "Nosotros queríamos un estatuto de primera, y mi partido lo aceptó de segunda, y en Madrid adems", remarcó.

Sobre sus relaciones con la dirección federal del partido, agregó que "lo que sí parece notorio en los mentideros de Madrid es la inquina de la dirección de Ferraz, pero lo que sí se me ocultan son las razones".

Precisó que él no es rencoroso, y la prueba es que se prestó a ser candidato socialista a la Generalidad valenciana en los últimos comicios autonómicos, pese a que las encuestas eran adversas.