Desde que en 1984 el Gobierno regional empezara a indemnizar a los ganaderos que sufrían daños ocasionados por los lobos, la muerte de esos animales por la acción de venenos, cepos y batidas ha disminuido considerabemente.

El año pasado, las autoridades de esta comunidad autónomoa desembolsaron unos 100 millones de pesetas a los ganaderos en concepto de indemnización por los daños que provocaron las especies silvestres, de los que 45 millones correspondían a daños causados por los lobos.

Esa política ha conseguido que la población lobuna haya aumentado en la región durante los últimos años, por lo que las autoridades asturianas han iniciado un pograma de control y recogida de lobeznos, que ha culminado en ua primera fase con la captura de ocho lobeznos y un perro asilvestrado.

La Consejería de Medio Ambiente y Urbanismo ha cedido los primeros ocho lobeznos al Parque Natural de Monfragüe, en Extremadura. Las autoridades extremeñas tienen la intención de dedicar estos animales a un programa de investigación.

Además, el Principado de Asturias ha mantenido contactos con las autoridades andaluzas y francesas con el objetivo de buscar nuevos destinos para próximas camadas.

OPOSICION GANADERA

Sin ebargo, la reintroducción de otra especie, el lince, en algunos hábitats franceses ya motivó la oposición y el rechazo de los ganaderos afectados.

De los 2.000 lobos que habitan en España, unos 150 lo hacen en tierras asturianas, por lo que esta comunidad autónoma acoge el 6 por ciento de la población lobuna nacional.

Aunque el Gobierno asturiano abona el 84 por ciento del total de indemnizaciones que las administraciones pagan para compensar los daños que provocan estos animales, los responsablesde la Consejería de Medio Ambiente y Urbanismo consideran que esta especie no incide negativamente sobre el medio.

No obstante, los técnicos de ese departamento continuarán realizando exploraciones para evitar "de la forma más conveniente" la expansión de la especie por la región.