Del total de la cartera de pedidos prevista para el presente ejercicio, sólo 47 unidades se destinarán al mercado nacional y 85 han sido encargadas pra pabellones extranjeros.

Las mismas fuentes aseguraron que, aunque la cartera de pedidos para el presente año supera en 32 unidades a la de 1990, "resulta preocupante el bajo nivel de los nuevos contratos obtenidos, especialmente teniendo en cuenta que la contratación global a nivel mundial aumentó respecto al año anterior".

A su juicio, las exportaciones de buques previstas para 1991 indican que durante el año precedente "los astilleros españoles perdieron parte de su atractivo comercial, ya qe, con la situación actual de baja competitividad es perfectamente explicable el bajo nivel de contratos para el pabellón español".

La actividad de los astilleros refleja, según Anave, la desaceleración experimentada en España por la marina mercante, porque de su buen comportamiento depende la mejora de la cartera de pedidos nacional para la construcción de naves destinadas al transporte marítimo.

Como ejemplo del "frenazo" en el sector, los industriales navieros recuerdan que la contratación de uques mercantes para el pabellón español supuso sólo el 3,6 por ciento del peso muerto total de los buques contratados por los astilleros del país, frente al 95,2 por ciento que se destinó a la exportación.

De los buques que los empresarios españoles prevén construir este año, el 90 por ciento corresponden a banderas extranjeras, mientras que sólo 10 embarcaciones, con una capacidad de 167.260 TPM (un 8,8 por ciento del total), son buques mercantes de transporte destinados a la explotación bajo pabelln nacional.

Según Anave, los contratos de construcción de buques mercantes para empresas españolas "siguen siendo prácticamente inexistentes" desde hace varios años, lo que contrasta con el sensible aumento registrado tanto por registros libres, como el de Liberia o Panamá, como por otros europeos, como el noruego, el danés y el alemán.