De cara a esta efeméride, buscan “poner el foco en las personas con Asperger (TEA sin discapacidad intelectual asociada), sus fortalezas y dificultades, a menudo invisibles a pesar de que la opinión pública y los medios de comunicación se han hecho eco de la realidad que rodea a este síndrome y proliferan gran cantidad de artículos, libros, series y películas dirigidas al gran público”.

“Es justo reconocer este avance”, admite el texto, pero “debemos hacer constar que, en muchas ocasiones, se transmite una imagen edulcorada que dista mucho de la realidad cotidiana que vivimos las personas del colectivo, sus familias y las entidades que las agrupan”, subraya el manifiesto.

Según apuntó, “es cierto que las personas Asperger pueden poseer grandes capacidades, muchas de ellas sorprendentes y contradictorias”.

Destacan por “su memoria y en el procesamiento fino de detalles vetados para muchas otras personas”, y defendió que “su rigidez comportamental puede ser canalizada con éxito a través del buen uso de los intereses absorbentes característicos del Asperger en muchos campos del mundo laboral, convirtiéndose en trabajadores esforzados y cumplidores”.

Para ello, deben contar con los apoyos necesarios en las etapas tempranas y a lo largo de su trayecto por el sistema educativo y, sobre todo, en el acceso al empleo, que es la llave de la vida independiente, la autonomía personal y la participación social”, reclamó Asperger España.

Agregó que “la gran mayoría de personas con este síndrome han sufrido en algún momento acoso escolar o laboral”, y subrayó cómo “sus esfuerzos por comprender un mundo ajeno dejan profundas y, a veces, devastadoras huellas en su experiencia vital”. “Como muchos otros colectivos vulnerables, sus derechos básicos se ven conculcados en muchísimas ocasiones”, denunció.

A su juicio, “las administraciones públicas dan sólo tímidos pasos y a menudo aleatorios en los recursos y programas destinados a la inclusión social, educativa y sanitaria de una población mucho más numerosa y significativa de lo que se pensaba hace tan solo unos pocos años”.

En consecuencia, “son casi en exclusiva las entidades del sector asociativo las encargadas de dar respuesta a sus necesidades”, lamentó.