"El hecho de que no haya guardias puede llegar a suponer un problema" porque en algunos casos los juzgados que sí las hacen no adoptarán una orden de protección por considerar que deben hacerlo los que tienen como única competencia la de la violencia de género, lo que retrasará la adopción de las medidas y, con ello, a la víctima, dijo Alemany a Servimedia.

Además, la presidenta de Themis señaló que para que estos juzgados funcionen adecuadamente es necesario dotarlos de recursos humanos y materiales suficientes. "Es importante que se le dé una buena formación a todo el personal que vaya a trabajar en estos juzgados", añadió.

No obstante, aseguró que se trata de una medida "positiva" porque permitirá que sea un sólo juez el que siga los procedimientos civiles y penales, lo que evitará a las mujeres maltratadas "ir de un lado para otro".

Además, "al ser el mismo juez el que adopte las medidas, actuará siguiendo los mismos criterios", lo que dotará de mayor seguridad jurídica a los procesos y evitará que se den situaciones, como ya se han dado, en las que un magistrado dicte una sentencia por malos tratos y, al mismo tiempo, otro dé la guardia y custodia de los hijos al maltratador.