STEs considera que "este tema hace flaco favor a la calidad de la calidad de enseñanza, ya que origina tensiones innecesarias y divide a la sociedad en un tema que debería habr sido resuelto con anterioridad".

Este sindicato de profesores ha defendido que la Religión no forme parte del curriculo, argumentando que España es un Estado aconfesional, y que la historia de las religiones forme parte de los estudios propios del Area de Sociales.

Por su parte, el Sindicato de Estudiantes (SE) ha manifestado que si el Gobierno da valor académico a la enseñanza religiosa y su alternativa, "supondrá un importante paso atrás en la educación pública".

A juicio del SE, los cenros públicos de educación "son un servicio público y no deben dar ninguna enseñanza religiosa. El lugar para ello son los iglesias y las mezquitas; en concreto, la iglesia católica tiene medios más que suficientes para hacer llegar a la sociedad sus planteamientos".

El sindicato estudiantil se ha mostrado radical al defender que la enseñanza de la religión en los institutos "supone una influencia ideológica reaccionaria, anticientífica y atrasada, como cuarenta años de franquismo han demostrado. Pensaos que el Gobierno del PP, con esta medida, pretende aumentar el control ideológico de la juventud".