EL ASESINO DE ONCE PERSONAS DECLARO A LA POLICIA QUE "UNA FUERZA INTERIOR" LE IMPULSABA A MATAR
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Francisco G.E., de 39 años, se confesó a la policía, el 22 de diciembre, autor de los asesinatos de 11 personas cometidos en Madrid y explicó que "una fuerza interior" le impulsó a matar.
Anteriormente, fue detenido en trece casiones por delitos de hurto, robos con intimidación, trafico de drogas, sustracción de vehículos y la violación de una joven en el año 1974, por lo que cumplió 12 años de condena.
El 2 de octubre de este año, la policía lo detuvo como presunto asesino de Víctor Luis C.M., de 34 años, cuyo cadáver apareció calcinado y con el cráneo destrozado, el 23 de septiembre en la avenida de Daroca, de Madrid. La familia del muerto había denunciado su desaparición del Hospital Psiquiátrico Provincial donde estab interno.
El hospital informó que, junto al asesinado se ausentó también Francisco, considerado como un enfermo muy violento, que el día 20 de septiembre fue ingresado en el Hospital Ramón y Cajal, tras ser arrollado por un turismo en la carretera de Burgos.
Según investigaciones de la Sección de Homicidios, Francisco y Víctor estuvieron juntos en el domicilio de la madre de Francisco, en el distrito de ventas. El 4 de octubre, la autoridad judicial decretaba auto de prisión en el Hospital Peniteciario de Carabanchel.
A partir de entonces se investiga la muerte de ocho personas, siete hombres y una mujer, ocurrida entre agosto de 1987, despues de su salida de prisión por violación, y septiembre de este año. El 22 de diciembre, Francisco se declara culpable de los homicidios y detalla cómo cometió los asesinatos. El detenido se autoinculpó de otros tres asesinatos que todavía no habían sido investigados por la policía.
Francisco reconoció que, después de mezclar alcohol con el fármaco Roiol, sentía "una fuerza interior" que le impulsaba a matar a estas personas que, como él, solían dedicarse a la mendicidad y con las que entablaba previamente una relación. Francisco las mató aplastándoles la cabeza con una piedra o a puñaladas.
La policía descarta que el móvil fuese el robo, ya que en una ocasión tiró el reloj que robó a una de sus víctimas. Sin embargo, si podría haber un móvil sexual, puesto que a una le cortó el pene y a otra la intenta violar. Francisco admitió haber cometido necrfilia con sus víctimas.
También quemaba a sus víctimas y en una ocasión le cortó los dedos a una de ellas. Después les tapaba con cartones. Las víctimas eran gente marginal que conocía en el comedor de la calle General Martínez Campos o en la iglesia de la Plaza de Manuel Becerra, en Madrid.
La Sección de homicidios busca el cuerpo de tres personas y la cabeza de una mujer en un pozo de agua, de 60 metros de profundidad y un metro de diámetro, situado en la zona norte de Madrid, donde, según declró Francisco, los había escondido después de matarlos.
La policía destacó que el detenido es una persona inteligente con problemas sexuales y gusto por los cementerios, ya que frecuentaba el de La Almudena.
(SERVIMEDIA)
28 Dic 1993
J