Según estas normas, los ciudadanos que asistan a los plenos tendrán que firmar un documento en el que confirmen que conocen las normas de comportamiento que se han de respetar en la tribuna.

Los invitados no pueden alterar el normal funcionamiento de las sesiones y deben evitar manifestaciones de aprobación o rechazo, así como el lanzamiento de octavillas y la exhibición de pancartas.

En el reverso del documento que los invitados tendrán que firmar figuran el artículo 137.2 del Reglamento de la Asamblea, que señala a la presidenta como responsable del mantenimiento de la disciplina, el orden y la cortesía parlamentaria, y el 497 del Código Penal, que se refiere a la perturbación del orden en los parlamentos.

Los que incumplan estas normas serán desalojados de inmediato y no podrán volver a acceder al recinto parlamentario en toda la legislatura.

Asimismo, a los grupos parlamentarios que hayan cursado sus invitaciones se les suspenderá la posibilidad de llevar invitados durante dos sesiones plenarias.

El cierre temporal de la tribuna de invitados se decidió tras los incidentes ocurridos en el pleno del pasado 14 de mayo, en el que la presidenta de la Cámara regional tuvo que desalojar la tribuna de invitados en dos ocasiones. Los grupos reaccionaron de manera distinta a las medidas de Elvira Rodríguez, ya que el PSM e IU las criticaron duramente y el PP las apoyó sin reservas.