EL ARZOBISPO DE MADRID DICE QUE LA SANTA SEDE DEBERIA HABER NEGOCIADO DIRECTAMENTE CON EL GOBIERNO LA ASIGNATURA DE RELIGION
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El arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, considera que las negociaciones con el Gobierno sobre la enseñanza de religión ebería haberlas realizado directamente la Santa Sede, a través de la Comisión Mixta Santa Sede-Gobierno.
Las negociaciones con el Ejecutivo las ha protagonizado la Conferencia Episcopal Española, ya que la asignatura de religión es una de las cuestiones incluidas en los acuerdos Iglesia-Estado de 1979, y la Santa Sede delega habitualmente en la Conferencia Episcopal las negociaciones con el Gobierno.
Al no alcanzar un acuerdo satisfactorio con el Gobierno, la Iglesia optó por convocar la ComisiónMixta Santa Sede-Gobierno, compuesta por representantes de ambas partes y concebida para solucionar los litigios que puedan surgir en el desarrollo de los acuerdos Iglesia-Estado.
Sin embargo, Antonio María Rouco, en el transcurso de la conferencia que hoy ofreció en el Club Siglo XXI, señaló que "la iniciativa de convocar la Comisión Mixta Santa Sede-Gobierno sitúa el tratamiento del problema donde debiera haber estado desde el principio".
El arzobispo de Madrid advirtió al Gobierno que "no pued esperar mucho más una solución definitiva y satisfactoria del problema de la enseñanza de religión y moral católica sin grave daño para la formación integral de la juventud".
"Entre tanto", agregó, "el deterioro disciplinar y pedagógico de la enseñanza de religión avanza vertiginosamente y el quebranto del clima moral y educativo de los centros se agrava día a día".
El prelado dijo que la enseñanza de religión constituye "todo un indicio de que el problema de las relaciones de la Iglesia y el Esado no ha perdido ni viveza ni actualidad".
LIBERTAD RELIGIOSA
Monseñor Rouco apuntó que el Estado debe garantizar que se respete el derecho de los ciudadanos a la libertad religiosa, y añadió que la preservación de este derecho no constituye la concesión de privilegios a la Iglesia.
"Más aún", apuntó, "renunciará (la Iglesia católica) al ejercicio de algunos derechos legítimamente adquiridos cuando conste que con su uso pone en tela de juicio la sinceridad de su testimonio o que las nuevas coniciones de vida exigen otra ordenación"
Asimismo, manifestó que la enseñanza de religión no es el único asunto incluido en los acuerdos de 1979 que está pendiente de llegar a una solución definitiva, y citó otros como los aspectos concercientes al patrimonio histórico-artístico, el sistema de financiación de la Iglesia católica, la presencia de la Iglesia en los medios públicos de comunicación y las cuestiones relacionadas con su personalidad jurídica.
MARCO EUROPEO
Antonio María Rouco también e refirió al Tratado de Maastricht, para destacar que las relaciones Iglesia-Estado "aparecen como 'sumergidas'" en el texto.
"Se diría", dijo, "que para los Estados de la Unión Europea no hay 'cuestión religiosa' en Europa, que las relaciones con la Iglesia católica y con las otras iglesias y confesiones cristianas, y las religiones no cristianas, son excelentes".
No obstante, el arzobispo de Madrid se muestra convencido de que "sea cual sea el destino político definitivo de la Unión Europea, loque sí parece irreversible es la constitución de un espacio humano europeo común, en lo cultural, en lo humano y en lo espiritual".
(SERVIMEDIA)
22 Feb 1996
GJA