ARRESTADOS UNA MADRE Y SUS DO HIJOS, ACUSADOS DE VENDER HEROINA EN UNA CHABOLA

MADRID
SERVIMEDIA

Funcionarios de la comisaría de Carabanchel detuvieron este fin semana a Juana Molina Jiménez, de 64 años, y a sus hijos, Pilar y Antonio Serrano Molina, de 36 y 32, respectivamente, acusados de vender heroína en la barriada madrileña de La Celsa.

Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía, en poder de los detenidos fueron hallados una libreta de ahorros con cuatro millones de pesetas, otras 34.000 pesetas en mtálico, un revólver "harpax" del calibre 22, sesenta cartuchos, joyas de oro y ocho bolsas de heroína, con 8.800 dosis de estupefaciente.

Los grupos de investigación de la comisaría recogieron informaciones sobre las presuntas actividades ilícitas de la familia, alguno de cuyos miembros ya había estado implicado en otros delitos similares.

Los funcionarios comprobaron que los ahora detenidos tenían una chabola en la barriada de La Celsa, con el único fin de comerciar con estupefacientes y a la qu acudían un gran número de jóvenes drogodependientes.

Cuando finalizaban las ventas, los sospechosos se trasladaban a un inmueble, en la Avenida de las Glorietas, donde vivían, por lo que el juez ordenó el registro de la casa. Los policías encontraron a Antonio Serrano Martín debajo de una cama, con las ocho bolsas de heroína.

Antonio Serrano tiene varios antecedentes contra la propiedad y sobre él pesaban cuatro órdenes de búsqueda y captura. Las dos mujeres carecían de antecedentes.

ABANDONARN LA DROGA

Por otro lado, una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía de la comisaría de Entrevías aprehendió el pasado fin de semana en La Celsa una bolsa con unos 100 gramos de heroína, una balanza de precisión, dos botes de sustancia adulterante, útiles para hacer papelinas y 40.025 pesetas.

Los agentes que estaban de servicio en la zona, especialmente conflictiva por ser uno de los "puntos negros" del tráfico de estupefacientes de la capital, intentaron identificar a dos hombres que llevaban na bolsa, pero éstos echaron a correr y arrojaron el bulto al suelo.

Los presuntos traficantes pudieron escabullirse gracias a la ayuda de los habitantes de la barriada. Los policías comprobaron que en la bolsa escondían los objetos antes reseñados, que fueron remitidos a la autoridad judicial.

(SERVIMEDIA)
10 Jun 1991
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