Arenas aseguró que, en su opinión, el momento decisivo en la reciente historia del Partido Popular es el Congreso de Sevilla de 1990, porque en él se pusieron "las bases para un partido de mayorías, de gobierno y de centro. En este momento, no hay ningún problema de orden ideológico dentro del partido".

El ex ministro de Trabajo explicó que se lleva bien con sus adversarios políticos porque "quizá tenga una predisposición a lo que son las relaciones cordiales. Los demócratas y os que creemos en la paz tenemos que distinguir lo que son los enemigos de los adversarios y siempre he identificado en las otras formaciones políticas, adversarios electorales y me parece que discutir políticamente permite tener unas buenas relaciones humanas".