Ardanza dijo que las personas que acuden a los concentraciones convocadas por la izquierda abertzale están "desacreditando los objetivos políticos que dicen defender".

Además, criticó el hecho de que los simpatizantes de Herri Batasun planteen la reivindicación de los derechos humanos y griten frases como "ETA, mátalos", algo que calificó de "inconcebible" e "incoherente". Agregó que con este tipo de actuaciones se crea un sentimiento de "hartazgo" en la sociedad.

Por su parte, Atutxa destacó la "angustia desorbitante" de la familia y de los trabajadores de Alditrans, en la que el "gran sufridor" es la sociedad vasca.

El consejero de Interior vasco animó a la ciudadanía a participar en las concentraciones que solicitan la librtad para Aldaya, frente a quienes "no dejan ni ejercer siquiera ese mínimo derecho", actuación que calificó de "absurda, injusta, ilegal y mafiosa".

Ardanza y Atutxa viajaron hasta San Sebastián para acudir a la manifestación convocada por los trabajadores de Alditrans que piden la libertad de su jefe y compañero con la pancarta habitual de "Todos somos Josemari". Además de ellos, el portavoz del PNV, Joseba Eguibar, y varios cientos de personas más acompañaron a los empleados de Aldaya.

Frenteellos, se situaron varios cientos de simpatizantes de HB, entre los que se encontraba los miembros de la Mesa Nacional de la coalición, Rufino Etxeberría, Xanti Val, José María Olarra y Joseba Alvarez.

Los abertzales corearon, entre otros, gritos de "Gora ETA militar", "ETA, mátalos" o "Atutxa fascista, el próximo en la lista", que arreciaron cuando los pacifistas finalizaron su concentración con un aplauso. Los miembros de HB portaban pancartas que pedían la libertad de Bretaña (Francia) y de Euskad.