Según informó hoy la compañía a la CNMV, la finalidad de esta medida es contribuir al objetivo de reducir en 1.000 millones de dólares sus gastos en materia de SG&A (costes comerciales, generales y de administración), en respuesta a la coyuntura económica actual.

Esta medida se orienta principalmente a empleados de áreas no directamente vinculadas con la producción y, en particular, al personal de departamentos de estructura (SG&A) en todo el mundo.

Estos programas pueden afectar hasta a 9.000 empleados, lo que supone aproximadamente el 3% de la plantilla mundial del grupo.

Los procesos se llevarán a cabo "en estrecha colaboración con los interlocutores sociales del grupo y de conformidad con las consideraciones sociales pertinentes en los diferentes países afectados", informó la compañía.

Refiriéndose a estas medidas, el vicepresidente ejecutivo y responsable del área de Recursos Humanos de ArcelorMittal, Bernard Fontana, manifestó que "esta ha sido una decisión muy difícil para la compañía".

"No obstante, desgraciadamente, la realidad económica mundial indica que la adopción de estas medidas es un paso razonable. Nuestra prioridad se centra ahora en mantener contactos con todos nuestros interlocutores para explicarles los motivos de esta decisión y asegurarles que los procesos se llevarán a cabo de conformidad con todas las consideraciones sociales", añadió.